- El otro día fui a cambiar unos pendientes que me habían vendido rotos por otros iguales. A pesar de insistir, no me dejaron hacerlo porque "los pendientes no se pueden cambiar". En vista de que habérmelos vendido defectuosos no lo consideraban motivo suficiente para entrar en razón, cogí los nuevos, dejé los viejos, y me fui de la tienda como Pedro por su casa. Me encantan estos pequeños actos de justicia ciudadana.
- Hace un tiempo escuché a una pija decir lo siguiente:
"Yo no sé cómo la gente vulgar y trabajadora puede ir a comprar a El Corte Inglés".
Si es que... a quién se le ocurre ser vulgar y currar, pudiendo tener un marido rico y no dar un parlo al agua...
- El primer día que me quedé sólo en el trabajo, descubrí dos cosas que me hicieron darme cuenta de que la "por si acaso" es más inútil de lo que yo pensaba: El pasillo que tanto miedo le da, y por el que me preguntaba si tenía algo en contra de la oscuridad, tiene un enorme interruptor a la entrada; un año trabajando allí y yo lo descubro el primer día. Quizás no enciende el interruptor por el mismo motivo por el que me hace comprobar todos los baños a ver si los grifos se han quedado abiertos (a pesar de ser automáticos): "por si acaso".

- Hace un tiempo escuché a una pija decir lo siguiente:
"Yo no sé cómo la gente vulgar y trabajadora puede ir a comprar a El Corte Inglés".
Si es que... a quién se le ocurre ser vulgar y currar, pudiendo tener un marido rico y no dar un parlo al agua...
- El primer día que me quedé sólo en el trabajo, descubrí dos cosas que me hicieron darme cuenta de que la "por si acaso" es más inútil de lo que yo pensaba: El pasillo que tanto miedo le da, y por el que me preguntaba si tenía algo en contra de la oscuridad, tiene un enorme interruptor a la entrada; un año trabajando allí y yo lo descubro el primer día. Quizás no enciende el interruptor por el mismo motivo por el que me hace comprobar todos los baños a ver si los grifos se han quedado abiertos (a pesar de ser automáticos): "por si acaso".

- Ayer se murió un viejo amigo de mi tía que estaba en estado terminal. En las semanas anteriores, la familia acordó que en lugar de un funeral coñazo con música sacra, harían algo más acorde con la personalidad libre, bohemia y fiestera del difunto: una batucada desde el tanatorio hasta el cementerio, tocada por sus amigos. ¡Sí señor!
- En una tarde en la que hacía demasiado calor como para salir a la calle, tuve la paciencia de empezar a contestar todos los viejos comentarios no respondidos, por si alguien se quedó con la espinita clavada. Aún me quedan unos cuantos, pero en breve acabaré con todos.
- La escapada anual a Lanzarote fue genial. No voy a aburriros con fotos para poner los dientes largos; para eso podéis clicar en este enlace. Únicamente cuelgo unos segundos de vídeo, para poder decir con pruebas gráficas que navegar al atardecer es increíble...
- El último día del viaje estaba buceando y me asusté al ver unos enormes rejos oscuros moviéndose delante de mis ojos. Creo que ya es hora de cortarme el flequillo. ¬¬
- El otro día pude presenciar una de esas escenas que me hacen pensar en la eugenesia: Una niña chillaba en la sala de espera de un hospital, y tres veces le dieron un toque de atención a su madre, pidiéndole muy educadamente que, por favor, hiciera que la niña bajara la voz, pues estaban cerca de las habitaciones donde la gente necesita descansar. Las dos primeras veces se encogió de hombros, y la siguiente sentenció: "Que chille lo que le de la gana, que es mi hija".
Luego me llaman nazi cuando digo que la paternidad debería ser con carnet por puntos.
-Consejos para montar un local chill&out y ponerle un nombre místico como "Café del mar": No poner la letra demasiado cursiva, o el título pasará de sugerente a escatológico. ¿Soy el único que lee "Mear"?
- Hace un mes descubrí que ese puntito en la pared de mi cuarto era en realidad una arañita cazamoscas a la que bauticé como Amanda. Tras varias semanas quieta al lado de la ventana, haciéndome compañía pasiva, hace unos cuantos días que no la veo. ¿Qué te he hecho, Amanda? ¡Vuelve!
- Mi próxima entrada va a marcar un antes y un después en el blog. ¡Chan chan chan!
- En una tarde en la que hacía demasiado calor como para salir a la calle, tuve la paciencia de empezar a contestar todos los viejos comentarios no respondidos, por si alguien se quedó con la espinita clavada. Aún me quedan unos cuantos, pero en breve acabaré con todos.
- La escapada anual a Lanzarote fue genial. No voy a aburriros con fotos para poner los dientes largos; para eso podéis clicar en este enlace. Únicamente cuelgo unos segundos de vídeo, para poder decir con pruebas gráficas que navegar al atardecer es increíble...
- El último día del viaje estaba buceando y me asusté al ver unos enormes rejos oscuros moviéndose delante de mis ojos. Creo que ya es hora de cortarme el flequillo. ¬¬
- El otro día pude presenciar una de esas escenas que me hacen pensar en la eugenesia: Una niña chillaba en la sala de espera de un hospital, y tres veces le dieron un toque de atención a su madre, pidiéndole muy educadamente que, por favor, hiciera que la niña bajara la voz, pues estaban cerca de las habitaciones donde la gente necesita descansar. Las dos primeras veces se encogió de hombros, y la siguiente sentenció: "Que chille lo que le de la gana, que es mi hija".
Luego me llaman nazi cuando digo que la paternidad debería ser con carnet por puntos.
-Consejos para montar un local chill&out y ponerle un nombre místico como "Café del mar": No poner la letra demasiado cursiva, o el título pasará de sugerente a escatológico. ¿Soy el único que lee "Mear"?
- Hace un mes descubrí que ese puntito en la pared de mi cuarto era en realidad una arañita cazamoscas a la que bauticé como Amanda. Tras varias semanas quieta al lado de la ventana, haciéndome compañía pasiva, hace unos cuantos días que no la veo. ¿Qué te he hecho, Amanda? ¡Vuelve!
- Mi próxima entrada va a marcar un antes y un después en el blog. ¡Chan chan chan!