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miércoles, 2 de abril de 2008

Segundas impresiones



Se habla mucho de las primeras impresiones; de la importancia que tiene causar una buena porque es la que cuenta, del tiempo que tardamos en formárnosla sobre otros, de lo difícil que es cambiarlas, o de lo terriblemente equivocadas que pueden llegar a ser, algo sobre lo que yo mismo escribí el verano pasado. De lo que no se habla tanto es de las segundas impresiones, es decir, del momento en el que nos damos cuenta de que una persona no es como pensábamos, un descubrimiento que puede sobrevenirnos al poco de tratar con alguien o pasado mucho tiempo, incluso años. Igual que cuando estas revelaciones se dan pronto suele ser para bien, pasa lo contrario, de modo que cuando descubrimos al verdadero “yo” de viejos conocidos solemos entristecernos o enfurecernos.

Últimamente me he llevado unas cuantas “segundas impresiones” de lo más frustrantes con amistades de toda la vida, que lejos de derivar en un cabreo que haya acabado con la relación para siempre (que tampoco es que sea algo agradable), se han traducido en pequeñas decepciones sobre la persona, y no porque obren mal sino más bien porque me he dado cuenta de que no cumplían con las expectativas que reservaba para ellos; tonterías carentes de trascendencia que sin embargo hacen que mires a tus viejos amigos con otros ojos, y que no vuelvas a mirarlos como antes.

Llega un día en el que te das cuenta de que esa persona que tanto te hacía reír en realidad no es tan divertida, que quien te fascinaba con sus ocurrencias e ideas realmente no es tan interesante ni inteligente, y que ese gran amigo de siempre en verdad no es tan buen amigo. Llegados a ese punto uno no sabe qué hacer porque el cariño sigue ahí y las horas compartidas y los buenos ratos no se pueden borrar, pero cuando una persona no te aporta nada interesante más allá de recordar una y otra vez anécdotas de tiempos mejores y repetir cansinamente bromas, tópicos y lugares comunes, para no enfrentarse a un incómodo silencio que evidencie “la crisis”, ¿qué se puede hacer? ¿Romper para siempre? ¿Tratar de explotar lo que no tiene posibilidades de avanzar ni continuar como antaño? ¿Hacer cómo si no pasar nada a ver qué ocurre? ¿…?

En la mayoría de los casos acaba produciéndose un distanciamiento por parte de uno que acaba retroalimentándose haciendo que el otro también vaya cogiendo camino. Se empieza de forma sutil (“oye a ver cuándo quedamos…”), para ir profundizándolo más y más, hasta llegar al punto de encontrarse por la calle pasados los años y ponerse al día rápidamente con frases hechas, preguntas banales y sonrisas cordiales. Es muy triste y sin embargo inevitable. Cada uno va evolucionando de un modo y optando por uno u otro camino, y si el tuyo es diferente o tu evolución va por otros derroteros incompatibles, difícilmente va a resistirlo la relación.

¿Quién seguirá en mi vida dentro de 20 años? No me atrevo a hacer quinielas absolutas pero me arriesgo a pensar quién estará a mi lado como el primer día… ¡o mejor!

7 comentarios:

Anónimo dijo...

Y que pasa con la gente que te sorprende para bien? de esos no hablas....

Anónimo dijo...

Por otro lado yo he vivido un caso así, una persona con la que tuve mucha amistad, a raiz de una serie de acontecimientos:
A) ha desaparecido por completo del mapa,
B) Se ha puesto del lado de una ex-amistad comun, en lugar de sus amigos de años.
C) En el momento que yo tuve pareja, la tomo con ella, sin apenas conocerla.

En fin, que después del último "a ver cuando quedamos", hizo algo que me toco mucho las narices. Y la ultima conversacion que tuvimos fue para llamarle la atencion... y de eso hace un par de meses.

Triste pero cierto

Peibol dijo...

A la gente que sorprende para bien la nombro en una frase, pero es que la entrada va precisamente de lo contrario, as� que no iba a darle protagonismo a los primeros sin venir a cuento.

Respecto a lo de la elementa esa, lo mejor es aplicar un "�bah! �que la jodan!", que sabe m�s que encerrarse a lamentarse ;)

MaRía dijo...

Con el tiempo me he dado cuenta de que, efectivamente, las primeras impresiones carecen de la importancia que suele dárseles… A pesar de que a todos nos da curiosidad saber la primera idea que nuestros amigos extrajeron la primera vez que nos conocieron, lo cierto es que si no pasamos la “segunda impresión” de la que hablas, no hay nada que hacer.

Yo la verdad es que no me he llevado grandes decepciones de buenas amistades, pero sí que he vivido situaciones de “oye, a ver si quedamos” y, sobre todo, prologaciones de amistades absurdas tras percatarme día a día de lo poco que puedo compartir con esa persona.

Esto último me pasó con una amiga del colegio, con la cual empecé a tener relación aproximadamente un año antes de que se fuera a estudiar fuera. Por aquel entonces tendríamos unos 11 años, y desde entonces ha estado cambiando de lugar de residencia cada par de años, parando aquí tan solo en vacaciones. Desde que pisaba la isla me llamaba para quedar, y a pesar de que no me desagradaba estar con ella, a día de hoy no tenemos absolutamente NADA en común. Últimamente se hacían silencios incómodos, no me apetecía contarle mi vida a alguien con quien hablo de San Juan a Corpus y llevábamos estilos de vida muy diferentes. Ambas nos dimos cuenta de que en realidad, aunque suene fuerte decirlo, no nos aportábamos nada.

Aunque no es el tema, también me pasa la situación contraria… es decir, gente que se me ha ido fuera y aunque no hablemos casi nunca y nos veamos menos, la confianza no ser pierde.

En fin, supongo que depende de muchos factores… pero al igual que tú, puedo contar con los dedos de una mano las personas que sé que estarán incondicionalmente dentro de 20 años, y creo que aún así, me sobrarían dedos ;)

Un beso nené

PD: Chabe, eso ni era amiga ni era nada… efectivamente, que le jodan

Anónimo dijo...

Bueno, todo eso es cierto, pero a veces no lo es tanto...yo no se la vida de cada persona ni la situacion en la que se ve cada dia. Yo deje de estudiar hace dos años y ahora llevo una vida de "persona mayor", es decir, trabajano de lunes a sabado con turno partido, con solo los domingos libres y un asqueroso mes de vacaciones que no da para nada. Teniendo esta situacion en mi vida, cada dia cuando acabo de trabajar, cosa que no puedo dejar de hacer porque tengo que pagar el alquiler puesto que ya no vivo con mis padres, lo que menos me apetece es salir a la calle y estar por ahi de juerga e inclusive ir al cine para mi es casi un lujo ya que ire a lo mejor una vez o dos al mes y siempre es muy tarde. Lo que me apetece es meterme en mi casa y descansar, y luego cuando llega el domingo, ese dia libre tan ansiado, en lo que duermes un fisco mas de lo normal y limpias la casa, ya son las tantas y ni sales. Con todo esto quiero decir lo siguiente. No siempre decimos esa frase de "a ver si quedamos" por decirla, sino porque nos encantaria pero el tiempo es escaso y la mayoria de las vecs no tiens ganas de hacer nada ni de ver a nadie. Y si, asi se rompen amistades, tengo una amiga, que yo aun la sigo consderando amiga, que hace que no quedamos dos años contados, y ciertamente yo no tengo tiempo, ella es universitaria y a la minima esta de vacaciones, vive con los padres y no tiene una vida ya establecida, por lo que cuando yo tengo un rato libre para quedar, ella esta de apartamento en cancun o vete a saber donde, y asi efectivamente no se puede quedar. Igual me pasa con mucha gente. Pablo uno de ellos, hace cuanto no vamos al cine pablo??, ahora yo por lo menos hago otros planes mas descansados para mi, como quedarnos en mi casa por lo menos, se que no es lo mas diver del mundo, pero tu habras comprobado que a una hora no muy tardia mis ojos empiezan a cerrarse. Y no por no poder quedar o por no tener ganas dejo de apreciar a alguien, se que se pueden hacer esfuerzos, pero si le preguntar a la gente ya madura, con sus hijos y sus hipotecas, te diran los mismo que yo.
Tambien es cierto que si, que las amistades se rompen y ocurren conversaciones estupidas y silencios incomodos, ocurre y ocurre mucho. Con este comentario queria solamente dejar costancia, de que no todos decirmos eso por decir, queremos...pero no podemos quedar tanto como nos gustaria....

Mery

Sar@! dijo...

Oh, pues es un tema interesante este xD A todos nos ha pasado alguna vez, que, pasa el tiempo, y se pierde la "euforia" del principio, cuando una persona te encandila, al final acabas probabalmente "escandilado" xD. No sé exactamente por qué ocurre, ni cuándo, ni en qué momento, pero llega un punto en el que ya no sientes afinidad con una persona, porque tu vida y la suya siguen caminos diferentes, los silencios estos incómodos se alargan más de lo soportable, y llega un punto en el que no tienes ni ganas de ver a esa persona porque simplemente no hay "química". ¿Lo que hay que hacer en estos casos? Pues yo creo que lo mejor es pasar página, la vida son muchas etapas, y en cada una de ellas hay distintas amistades, algunas pasan a la siguiente fase, y otras no. Si es que hasta la vida es un continuo casting! xDD
Mejor eso,recordar viejos momentos con una sonrisa en plan nostálgico y no preguntarse cada día ¿ por qué sigo aguantando a el/ la subnormal est@?
Pues eso xDD Besillos ;)

peibol dijo...

A Mery:

Tienes razón; yo hay gente a la que hace siglos que no veo porque no solemos quedar a menudo y cuando lo planeamos siempre surge algo, de modo que parece que estuviéramos esquivándonos mutuamente, pero nada más lejos de la realidad. En ese sentido tú y yo no hacemos más que jugar al ratón y al gato pero a Dios pongo por testigo que este mes nos veremos en condiciones si o si ;).

En cualquier caso hablaba de cuando uno es consciente de que realmente se dice lo de quedar por compromiso.

Un beso nené