El otro día estaba en casa y tocaron el timbre; me extrañaba que mi padre no hubiera usado sus llaves, pero tampoco era la primera vez que tenía que abrirle al llegar del trabajo, así que fui a la puerta, y sin prestar mucha atención a lo que veía por la mirilla, abrí.
Afuera esperaban dos
testigos de Jehová, biblia en mano, dispuestos a convertirme a su fe. Podría haberlos despachado sobre la marcha, pero no sé por qué, me picó la
curiosidad, y me pareció una ocasión interesante para confrontar puntos de vista; recordaba mis
deseperantes
estimulantes charlas con la evangelista de mi instituto, y si conversaba con ellos, tendría a un tercer grupo religioso, al que apuntar en la lista de gente con la que he debatido teorías divinas.
Además, recordé una anécdota protagonizada por una profesora de mi hermana: la mujer era monja (ella fue a un colegio de monjas y yo a uno 100% laico, cosas de la vida); la intentaron convencer de los errores en los que caían los católicos y las leyendas urbanas de la Biblia, y cuando acabó, les tumbó uno por uno todos los puntos en los que habían basado su argumentación. Al final dijo algo así como “Soy monja y estoy empollada en esto, así que no me toquen las narices”, y aunque yo no tuviera en mente hacer lo mismo,
no tenía ganas de estudiar
pensé que podría resultar ameno, así que les di una oportunidad.
No podría transcribir toda la conversación, porque fue muy larga y hablamos de todo, pero a grandes rasgos, y tomando los extractos más significativos, fue algo así:
-¿Nunca te has parado a pensar en lo mal que está el mundo, en cómo estamos enfrentados unos con otros y lo divididos que estamos?
-Si, claro, todos lo hemos pensado alguna vez.
-¿Y qué piensas, que esto va a seguir así o que se va arreglar? ¿Crees que alcanzaremos la paz?

-Bueno… soy realista, pero también me gusta ser optimista, así que cruzo los dedos y pienso que sí.
(En realidad esto lo dije para zanjar el tema)
-Ya… bueno… eso está bien, pero… ¿Cuál crees que es la forma real de alcanzar la paz y vivir en armonía? Espera que te enseñe un libro, porque hay alguien que nos puede ayudar, en realidad sólo él puede, y si hacemos caso a sus enseñanzas lo podremos lograr. ¿Sabes de lo que hablo?
-Pues teniendo en cuenta el aspecto del libro, me puedo hacer una idea de por dónde van los tiros.
-Jajajaja, bueno, pues… ¿qué piensas tú de todo esto? ¿no crees que existe una entidad superior que vela por nosotros, y que es nuestro guía para la salvación?
-Pueeees, no, la verdad, tengo muy claras mis convicciones religiosas.
-Ah sí, ¿y cuales son, si no es indiscreción?
-Soy ateo.
-Jajajajaja ¿ateo? Entonces no tienes convicciones religiosas.
-Sí, si las tengo, mis creencias religiosas son no tener religión.
-Claro, me imagino que si te han inculcado eso, no habrás tenido oportunidad de ver más allá, porque resulta que…
-No, no me han inculcado nada; en mi entorno hay tanto gente religiosa, como gente no creyente; mi tío sin ir más lejos fue fraile, y a mí no me han dicho que deba seguir un camino u otro. Yo soy ateo porque es con lo que me he quedado; he tenido a mi disposición diferentes corrientes y modos de entender la vida, y yo he tirado por ese camino, igual que podría haber tirado por el otro. Soy un hombre de ciencia, y la religión no entra en mis esquemas.
-Bueno, eso es admirable, la verdad, que hayas sido tú mismo quien haya elegido tu sendero, pero, ¿por qué piensas que religión y ciencia son

incompatibles? Es cierto que han estado enfrentadas durante muchos siglos y que parecen posturas irrecoinciliables, pero no tiene por qué ser así. En ambos casos se trata de creencias ¿no?
- No exactamente; son posturas antagónicas.
- ¿Y en qué se diferencian?
- Pues en el "modus operandi". La ciencia funciona del siguiente modo: Observas algo para lo que no tienes explicación, estudias por qué puede ocurrir, elaboras una teoría, lo sometes a experimentación mediante el método empírico, y lo demuestras, dejando que los datos de tus investigaciones sean públicos y comprobables, para que cualquiera pueda ver que siempre se cumple lo que postulas. En cualquier caso, siempre está sujeto a revisión, así que cualquier teoría nueva que venga, siempre será bienvenida, porque puede suponer un avance.
La religión, sin embargo, es todo lo contrario: Una persona cree algo, lo defiende con todos sus fuerzas pregonándolo a los cuatro vientos, aún cuando no tiene ninguna prueba de rigor más allá de su fe; si alguien trata de cuestionarlo o invalidarlo (como le ocurre a los científicos), ni escuchan ni presentan pruebas que lo confirmen, sino que atacan al que ponga en duda sus creencias, e incluso arremeten contra él, como se ha hecho históricamente y se sigue haciendo. Ahí radica la diferencia, que yo creo en base a hechos, y ustedes en base a ilusión, que es muy bonito, pero no va conmigo.
Tardaron en reaccionar, pero pasados unos segundos, volvieron a tomar el rumbo, pues esta gente puede carecer de otras cosas, pero a labia y paciencia no les gana nadie:
- Pero esas teorías de las que hablas, no dejan de ser teorías, es decir, algo que se cree pero no está comprobado, como la teoría de la evolución. Es algo que piensan unos cuantos,

pero no tiene base.
- No nos perdamos en la semántica por usar la palabra teoría (lo sé, me quedó muy pedante), puesto que una teoría comprobada sigue llamándose teoría. En cualquier caso, ¿qué tiene más base, pensar que la vida ha surgido por fruto de la selección natural de billones de años, o que alguien chasqueó los dedos y aparecieron cientos de animales complejos sobre La Tierra?
- Es que no fue así, no surgieron en un día como dice en la biblia, sino a lo largo de miles de años.
- ¿Y eso no viene siendo la teoría de la evolución?
- No, porque la teoría de la evolución dice que la vida surgió de la nada, y está claro que alguien la tuvo que poner ahí.
- ¿Alguien? ¿Y quién puso ahí a ese alguien? Al fin y al cabo, si la vida tiene que venir de la vida, Dios tuvo que venir de alguien, ¿no?
- No, porque el está por encima de los conceptos del tiempo. Él nos hizo a su imagen y semejanza; primero separó la luz de la oscuridad, creó las estrellas, creó…
- Vamos a ver, al margen de que eso pueda quedar muy poético, “separar la luz de la oscuridad...”, ¿qué quiere decir? Es decir, no es que quiera ofender, pero comprenderán que me cueste creer que “alguien” estaba ahí flotando, antes de que existiera nada ni nadie, más aburrido que una ostra, y de repente dijera… ¿Y si creo un planeta y le pongo animales, plantitas y tal? Venga, a ver... voy a hacer uno verde y de ojos saltones que viva en charcas, que seguro que me queda gracioso, y ahora uno sin extremidades

que se arrastre e inyecte veneno… ¡Tachán!
- Emmm… es que en la naturaleza hay un diseño tan inteligente, que está claro que hay inteligencia detrás de todo eso.
- O no… Lo vemos como un diseño inteligente, porque la adaptación al medio se ha encargado de que así sea, pero si no lo fuera tanto, lo seguiríamos viendo igualmente inteligente.
- Es que hasta los científicos lo piensan, que es imposible que todo eso haya surgido sin más; consideran que debe haber una entidad superior que lo supervisara todo.
- ¿Qué científicos conocen ustedes? ¬¬
- Hay gente de ciencia que es creyente y piensa estas cosas, pero no se atreve a compartirlo.
- Hombre, es que dedicar tu vida a la ciencia, para acabar concluyendo que nos va mal por culpa de una manzana, es un tanto contradictorio…
- Es que nuestro planeta reune unas condiones tan únicas, que es imposible que sea casualidad, tiene que haber alguien superior detrás. Fíjate que en ninguno de los demás planetas del sistema solar es posible la vida, y aquí se da en múltiples modalidades.
- No es posible la vida tal y como la conocemos, pero eso no quiere decir que no sea posible o que no la haya habido. La carrera espacial tiene menos de un siglo, así que estamos aún en pañales. Quizás descubramos lo que hasta ahora hemos sido incapaces de ver, e incluso, ampliemos las miras más allá de nuestro sistema solar. Si así fuera, si se descubriera que existen bacterias, o lo que sea, a tomar por saco de aquí, ¿En qué lugar quedaría Dios con su sistema milimétrico e inteligente? ¿Resultaría que hizo un diseño único y perfecto para La Tierra, pero pasó del resto del universo? O bueno, aunque fuéramos los únicos con vida, ¿qué pasa con todo lo demás? Es que me parece muy arrogante pensar que siendo un grano de arena en el cosmos, seamos los que tenemos la exclusiva, y que además, se la debamos todo a “alguien” que decidió que nos tocara la chochona.
- ¡Es que no puede ser todo porque sí! ¡Debe haber una respuesta! ¿Cómo se explica que el mundo de vueltas alrededor del sol, y que por su inclinación tengamos cuatro estaciones? ¡Alguien tuvo que idear eso!
- ¿Por qué? ¿Por qué no puede ser sencillamente

así? Si en lugar de tener cuatro estaciones, viviéramos permanentemente en una, también nos parecería una obra maestra.
- Bueno, y ¿qué me dices de la evolución?, no está demostrada; si no crees en lo que no ves, ¿cómo puedes creer en eso sin pruebas?
- ¿Sin pruebas? Están en todos lados, ¿alguna vez han ido a un museo de naturaleza? ¿Han leído una enciclopedia u oído hablar de Atapuerca? ¿O acaso alguien se ha dedicado a crear restos biológicos a los largo de los siglos, para esconderlos por todo el planeta e invalidar la ciencia? Un poco enrevesado ¿no?
- Pero si así fuera, ¿por qué no hay más? Si hemos pasado por diferentes estados desde los simios, ¿por qué no hay más? ¿dónde están todos esos huesos?
- Repartidos por el mundo... estamos hablando de restos que han resistido a lo largo de los milenios por estar bien resguardados; lo que no iban a hacer los neandertales, es ir depositándolos todos en una cámara de frío, para que nos llegaran perfectos y en cantidades industriales, ¿no?
- Pero hay cosas de la ciencia o la teoría de la evolución que no han sido demostradas…
- Si, pocas y poco importantes; y si ya hubiera sido descubierto y demostrado todo, no seguiría existiendo la ciencia, pero que no haya sido demostrado no quiere decir que no vaya a serlo. En cualquier caso, me resulta más prudente creer en lo tangible y comprobable, con lagunas por desentrañar, que en lo místico porque sí. Si el día de mañana hay evidencia científica de que toda esa parafernalia de los milagros es cierta, seré el primero en quitarme el sombrero; mientras tanto, prefiero seguir confiando en lo racional y probado.
- (…)
- Entonces ¿no crees en nada? ¿No piensas, en base a cómo está el mundo, que debe haber una base moral para

que todos vivamos en armonía, una serie de principios que nos hagan estar en paz, y…?
- Sí creo en algo; creo en el hombre. Y desde luego estoy de acuerdo en que deberían replantearse muchos valores, pero no creo que la religión sea el único camino para lograrlo. Si hay algo encomiable de la religión es precisamente eso, que prediquen valores positivos con los que ser mejores personas (porque de resto ha sido un cáncer histórico). Pero eso no deja de ser un planteamiento de vida que puedes hacerte sin una entidad superior de por medio. Yo soy consecuente con mis principios y mi ética, y los tengo en base a mi educación, no por adoración a un tercero, o lo que es peor, por miedo a las consecuencias de no hacerlo, como es y ha sido práctica habitual.
- Eso está bien, que tengas tus propios principios, pero... respóndeme a esto, ¿por qué estamos en el mundo? ¿Tienes respuesta a eso? La Biblia las tiene…
- Yo, personalmente, estoy en el mundo para vivir lo mejor que pueda y hacerle la vida agradable a la gente de mi etorno, pero más allá de eso, no creo que tenga un propósito en particular.
En realidad, es nuestro ego el que nos hace pensar que necesitamos estar aquí por algo, que fuimos concebidos para hacer algo grande en el mundo, porque es más duro aceptar que estamos aquí igual que podríamos no estar. Son miles de años de historia de la humanidad, con sus billones de personas pululando por ahí, ¿de verdad todos y cada uno vamos a tener un propósito? ¿Por qué no aceptamos sencillamente que estamos, y punto?
- Ya bueno, es una forma de verlo, pero la Biblia dice claramente que…
- Con el debido respeto, la Biblia no deja de ser un libro escrito hace tropecientos años por una serie de personas. Si aún me dijeras que fue el mismísimo Dios quien la redactó y luego repartió ejemplares a las puertas, todavía, pero no deja de ser un libro con cuentos. No dudo de la exisencia de Jesús como personaje histórico; puede que existiera, que tuviera mucha labia y llegara a cosechar muchos seguidores, pero de ahí a creer historias de magia, va un trecho.
- ¿Historias de magia? ¡Está escrito! Cuando el señor dijo que tal y que cual... (no recuerdo cuál de las historias bíblicas contó, pero vamos, es lo de menos)
- Pero a ver… seamos serios, ¿no estarán diciéndome que realmente se creen todo eso, ¿no? Es decir... la propias personas religiosas son las primeras que te dicen que son historias; metáforas con moralina para inculcar unos valores, pero que ni llovió durante 40 días y 40 noches, ni se separaron las aguas, ni nadie nació de una costilla. Además, si el argumento principal es que está en un libro, yo también conozco otro del estilo, que es adorado por millones de personas en el mundo, y que también se sirve de la magia y la fantasía para defender valores positivos, siendo también el protagonista un "elegido". Se llama Harry Potter y son siete tomos.
Podría llegar a a ser una guía espiritual en 500 años, y no por ello tendría más validez.
En este punto, uno de ellos tiró de su compañero, porque veía que no había nada que hacer, pero el otro siguió insistiendo:
- Jejeje, esto… bueno, al menos estamos de acuerdo en que hay falta de valores, y quizás si desde los colegios no se impusiera tanto la ciencia, sino que le dieran cabida a la religión, que ha sido siempre el camino natural para…
- Ah no, lo siento pero por ahí no puedo transigir de ninguna manera; soy un firme defensor de la religión al margen de la educación, entre otras cosas, porque existen cientos de religiones en el mundo, y adoctrinar a todos en la misma, sin que puedan elegir por ellos mismos, me parece discriminatorio y fascista. Otra cosa sería que absolutamente todo el mundo fuera católico, por ejemplo, o que enseñaran historia de las religiones, tal y como se propuso cuando surgió toda la polémica de "Educación para la ciudadanía". Sin entrar en que la gente puso el grito en el cielo sin saber de qué se trataba, cuando en realidad era inculcar ética, pero sin santos de por medio, no lo vería mal, porque ayudaría a comprender el mundo y no dejaría de ser cultura, que siempre es bien recibida. Pero la religión ha de estar en las iglesias, no en los centros de enseñanza. Cada uno en su casa y Dios en la de todos… en la de todos los que quieran recibirle, claro.
Como en anteriores ocasiones, acabaron reculando, y tras una hora en la que hablamos de

creacionismo y evolución, religión, fe y ciencia, valores, salvación y senderos divinos, se despidieron estrechándome la mano y dándome las gracias por haber sido tan educado y abierto de mente, que no estaban acostumbrados a que les dieran tanta cancha (al resumir e irme a las partes más interesantes, parece q fui borde, pero nada más lejos de la realidad). Les dije que me imaginaba que se llevarían muchos portazos, y me contestaron resignados que era parte del trabajo.
Me comentaron que había un libro que no solían difundir, pero que les gustaría prestarme sin compromiso; era un manual que confrontaba la teoría de la evolución, con las “evidencias religiosas” que la invalidaban, y aunque no me di por aludido, me temo que volverán por aquí.
¡Qué Dios me coja confesado!