
Un amigo de la facultad, al que llamaremos
Maybelline, trabaja dando charlas de educación sexual en los institutos. Trata de concienciar a los adolescentes para que no se la jueguen gratuitamente, y como un ejercicio de coherencia para con su mensaje, quiso ir a hacerse la prueba del Sida. No creía que lo tuviera, pero tampoco le costaba nada quedarse tranquilo.
Me comentó que había un sitio en el que te dan los resultados enseguida, evitándote la tensión de una espera de semanas que se haga eterna, y me preguntó si quería acompañarle para así no ir solo. Accedí y de paso me la hice yo, que nunca está de más.
Hace tiempo, cuando era donante habitual de sangre, recibía cada tres meses una carta con los resultados de una analítica completa. Era un gustazo saber que además del acto altruista, estaba siempre actualizado sobre lo sano que estaba. Hacía un año que no donaba, así que me pareció una buena idea apuntarme al plan.
Maybelline me dijo además, que el sitio trabajaba de forma completamente confidencial; que no te pedían datos más allá de un nombre, y que este obviamente podía ser ficticio. A mí me daba lo mismo, pero él quiso apuntarme como “Jorge”.
Llegamos, pasé, y me atendió un enfermero joven:
- Hola. ¿Cuál es tu nombre, para buscarte en la lista? Bueno… o el nombre que me quieras dar, que ya sabes que puedes decirme el que quieras…
- Soy Peibol, aunque creo que me apuntaron como Jorge. Jejeje
- Espera… ¿Peibol? Tú estabas en el colegio X, ¿verdad? ¡Me suena un montón tu cara!
- Jajajaja, sí.
- Es que desde que entraste sabía que te conocía de algo, pero en cuanto dijiste el nombre ya me quedó claro. ¡Me acuerdo de verte allí! Yo es que siempre me quedo con las caras. ¿sabes?
- Jejeje Pues me vas a matar, pero tú a mí no me suenas... ¿Cómo te llamas?
- Yo soy Fulanito.
- Jo, pues sigo sin caer. ¿Qué edad tienes?
- 28, ¿y tú?
- 24. - Entonces estaba un par de cursos por encima; normal que no me
recuerdes...- Claro, es que con esos años de por medio, es normal que no me acuerde de “los mayores”. Supongo que en aquel entonces me centraba más en mi clase, y si acaso en los del curso anterior y posterior. ;)
- Ya ya… A quien sí puede que conozcas es a mi hermana Menganita.
- ¿Menganita? Esa sí me suena ¿En qué clase estaba?
- En la clase de Zutanita.
- ¡Ah sí! Zutanita; esa es la que tenía el pelo rizado y un piercing en la nariz, ¿no?
- Jajajaja. Exacto. Es ella
(...)
- Pues nada, quédate tranquilo que el resultado es negativo
- Ok. Estaba tranquilo, pero siempre es bueno hacerse la prueba de vez en cuando.
- Por supuesto, especialmente si estás inquieto.
- Yo en ese sentido tengo la conciencia tranquila, que soy el tío más obseso del mundo con las ETS. De hecho tengo una amiga que me llama exactamente así. Jejeje
- Lo mejor que haces, eres como yo entonces. Toma, llévate unos condones de regalo.
- Vaya, ¡gracias! ;)
(...)
- Pues ya te digo; tu hermana creo que sí sé quién es, pero contigo no caigo. Eso sí, seguro que si veo una foto tuya de entonces te reconozco, que para eso éramos cuatro gatos.
- Segurísimo. ;)
- Bueno, pues encantado de re-conocerte Fulanito. Ya nos veremos.
- Jajaja, venga, hasta luego Peibol.
Ya lo decía Maybelline: privacidad y anonimato al 100% ¬¬