
Mi tía, que es una recién llegada al mundo de las nuevas tecnologías, suele quejarse de que no conoce páginas interesantes en internet, y que una vez que revisa el correo y busca un par de cosas puntuales, no encuentra ningún sitio en el que entretenerse. Poco a poco le he ido descubriendo enlaces dignos de explorar, adelantándole que uno de los mejores lo reservaba para cuando pudiera estar junto a ella. No entendía a qué venía tanto misterio hasta que ayer lo vivimos juntos y lo comprendió:
Le mostré una actividad lúdica que en su día me había descubierto Sara: ver fotos en el
“¿Sexy o no?”. Se trata de un
expositor de carne en el que los quinquis, los chulopiscinas, las guarrillas precoces y el
extrarradio en general, cuelgan sus vergonzosas fotos "sensuales", vendiéndose sin pudor para tratar de pillar cacho. De acuerdo, es una forma más de conocer gente, pero cuando para hacerlo tienes que enseñar las tetas y mostrarte como una puta facilona, pierdes muchos puntos; si encima haces evidente tu profundo analfabetismo nihilista, al cometer quince faltas de ortografía en un texto de tres líneas sin pies ni cabeza, de perder puntos pasas a que te pierdan el respeto. Yo el primero.
El extremo opuesto lo representan l@s madurit@s que entran de forma inocente y amistosa, colgando unas fotos que pretenden decir
“No importa mi edad; soy de espíritu joven y desenfadado”, pero que en realidad transmiten:
“¡Por favor! ¡Quien sea! ¡No soy escrupulos@! ¡Necesito follar!”. Esos sí me dan lástima y no risa, porque no creo que sean conscientes de la humillación pública a la que se están sometiendo.
El sistema del portal es el siguiente: uno cuelga su foto de
“¡Nena, estoy todo bueno y te voy a reventar!”, escribe un pequeño texto junta un par de letras, y lo deja todo a merced de quien de con él y quiera conocerle. El segundo objetivo de la web es, además de emparejar a las Jessicas con los Kevin, que las fotos subidas sean puntuadas, de modo que para ver quién está dentro debes asignar un valor de 1 a 10 a cada foto que vaya pasando. Mi tía apuntó que era injusto que no hubiera ceros o números negativos para hacer honor a la verdad. Estoy de acuerdo.
¿Qué puede tener todo esto de interesante? En realidad poco, porque básicamente produce mucha vergüenza ajena, a no ser que lo veas con alguien con la suficiente dosis de mala leche como para que acabe resultado divertido. Mi tía alucinaba en colores (no era para menos), y tras un rato en la página, acabamos extrayendo las claves de una auténtica foto sexy:
1- Cutre: La foto tiene que ser estéticamente aberrante, con un encuadre que realce lo peor de ti (desde abajo mejor, para que te salgan sombras y lorzas) y un fondo a elegir entre la habitación adolescente desordenada o la sala de estar de “El boom del mueble”. Si hay bolsas de la compra en el suelo mejor.
2- Guarra Sugerente: A no ser que tengas algún rasgo muy bonito que capte toda la atención, debes asumir que tienes que enseñar carne y dejar claro que estás lubricando. En el caso de ellos, lo más socorrido es una foto con el torso desnudo, y en el de ellas da un poco igual; puedes ir vestida de fallera mayor, que si te procuras un buen escotazo tus puntuaciones subirán como la espuma. Triste pero cierto.
3- Gafas de sol: Nada como unas buenas gafas de sol de
pantalla panorámica para ocultar unos rasgos anodinos, unas arrugas incipientes, o que se centre la atención en lo que realmente quieres mostrar: tu cuerpo. De hecho, es práctica habitual sacarse una foto en penumbra en el espejo del baño, sin camiseta… ¡y con gafas de sol! ¿WTF?
4- Morritos: No importa lo ridículo que puedas verte; para ser sexy de verdad tienes que poner morritos, pero no apretando un poco la mandíbula para que se te marquen los pómulos. No. Tienes que apretar la boca y sacarla hacia fuera como si fueras René Zellweger un oso hormiguero sorbiendo espaguetis.
5- Hortera: Como este es el territorio natural de la morralla, no puedes mostrarte sencillo, vestido de forma normal y con una pose natural. No, no y no. La estética de barriada tiene sus normas, y si quieres mimetizarte entre ellos deberás acatar sus ritos.
Debes aparecer vestido por tu peor enemigo, ya sea con ropa fea y ridícula, o con prendas normales pero combinadas por un ciego. Si llevas ropa de marca, procura que el logo esté bien visible (a poder ser con un cartelón brillante); camisas abiertas de Corrupción en Miami, pantalones claros que lo marquen todo, ropa tres tallas más pequeña de la que deberías llevar, peinado de líder de pandilla callejera, cadenas de oro y abundantes piercings cerca de la boca (si lo tienes en la lengua, sácala y retuércela, no vaya a ser que pase desapercibido). Además, si quieres dejar claro quién es el que manda, puedes recurrir a un buen corte de mangas o una pose hip hopera que intimide.
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Entre su cara de asombro, sus comentarios de desconcierto, y lo altamente ridículas que eran la gran mayoría de las fotos, acabamos doblados de la risa frente al ordenador, y eso que lo peor estaba por venir; aún no habíamos visto las descripciones. Es difícil presentarse en un par de líneas, pero apuesto a que cualquiera lo haría mejor que copiando la plantilla universal de todos los mensajes:
“Po bueno (¿qué clase de forma de empezar una frase es esa?), el físiko ya lo veis aki tengo los ojos berdes mido 180 y tengo el pelo kastaño con mexas (da igual que estemos viendo la foto, el dato de las mechas es importante) me gusta el harcor las pibitas wapas y salir d fiestuki con los colegasss.” (A mí lo que empieza a gustarme la ley de vagos y maleantes)
La otra versión es:
“Ooola jejejeje (¿de qué se ríe?), la berda no se q desir de mi jejejeje soi simpatica, abierta (no hace falta que lo jures) y me guzta el buen royo. No me guztan las falsedades y (atención, aquí va la frase más repetida, y a la vez más estúpida de la historia de las descripciones personales) soi amiga de mis amigos. Si kieres conocerme dale al si.” (Pues va a ser que no).
Todos los textos parecían redactados por monos seniles con síndrome de Down; atentaban contra todas las normas de la escritura, y no encontramos ninguno sin faltas de ortografía o con signos de puntuación en su sitio. ¿Para qué poner comas si con enseñar las tetas o los abdominales caen tod@s rendid@s?
A todas estas, ¿cómo es posible que los intereses el único interés de todos sus usuarios sea salir de marcha? ¿Es que a nadie le gusta leer, viajar o ir al cine, aunque sea para ver películas de mierda? ¿De verdad existe una masa borrega tan extendida, o es que al verlos todos juntos la percepción se distorsiona para mal? ¿Cuántos Ayozes más habrá por cada uno que se inscribe en el portal? ¿Y gente normal? Ahora empiezo a entender cómo los castings de Gran Hermano reúnen a tantísimos aspirantes. ¿Es ese el reflejo de nuestra juventud? ¿Hay salvación?
Creo que me voy a ir a dormir antes de que me entren ganas de suicidarme.