
Voy a plantearos una cuestión a ver si opináis lo mismo que yo: En los nuevos estudios hay una asignatura que es el coco; todos le temen y son pocos los que aprueban a la primera. Después de llenar un folio lleno de reglas de tres, puedo ilustrarlo con porcentajes:
Un 32 % de los matriculados en esa asignatura este año la estaban cursando en exclusiva, porque la tenían suspendida del año anterior; un 26% de los que entraron nuevos la abandonaron por verse incapaces, y otro 21% se fue directamente de los nuevos estudios porque son una quemada, pero básicamente por esa materia. A la espera de resultados de las recuperaciones (en las que no tengo mucha fe), de quienes entramos nuevos este año sólo la han aprobado ¡4! personas. Llamadme suspicaz, pero me resisto a creer que mi clase esté llena de vagos y subnormales. Cuando año tras año las estadísticas de aprobado son tan nefastas, la culpa la tiene el planteamiento de las clases, no los alumnos.
Es más, cuando tras cada examen el profesor “nos pelea” y dice lo decepcionado que está con nosotros (se trata de un aprendizaje en proceso que requiere un seguimiento), porque casi nadie alcanzó el nivel que esperaba… quizás el problema es que el nivel exigido no se corresponde con el lógico. Pero no, mejor sentenciar que no llegamos a sus expectativas porque no queremos o no damos para más. La putada es que la asignatura se compone de varias partes relativamente independientes, pero desde que suspendas una las suspendes todas. Sin ir más lejos, yo me he hartado a entregar trabajos y tengo toda la teoría superada con buenas notas. ¿Creeís que eso me lo van a guardar para el año que viene? ¡Los cojones de Franco! Voy a tener q

ue volver a hacer todo de nuevo. Y punto.
Todo lo demás lo tengo más que aprobado, peeeeero la asignatura está es un pilar básico, y por ello no voy a poder optar a otras materias en las que debería matricularme el año que viene. Si a eso le sumamos que hay cosas que huelen muy mal en las calificaciones (tanto positivas como negativas), a uno se le quitan las ganas de todo. En cualquier caso es algo que ya me habían advertido ex alumnos de diferentes promociones, que aquí el amiguismo tiene mucho peso. En fin, a la mierda. Me voy a la playa a descansar, que me lo merezco después de lo que he currado este año.
PD. La propuesta de la entrada anterior la dejo en el aire un tiempo, antes de plantearme nada con los resultados.