Mañana me voy con María a Madrid, confiando en que este sea el primero de los muchos viajes que haremos juntos; siempre hemos considerado que seríamos buenos compañeros de travesía, por ser muy afines en lo que resulta importante cuando se practica turismo: Los dos caminamos sin parar y sin cansarnos, entramos tanto en exposiciones como en tiendas, somos capaces de estar todo el tiempo del mundo juntos sin enfadarnos ni aburrirnos, nos encanta hacer fotos, y por descontado nos gusta ver mundo ¿Alguien da más?Ya estuvimos allí hace tres años, aunque cada uno por su cuenta y sin que nos encontráramos, de modo que podría carecer de atractivo visitar un lugar que ya conocemos, siendo más interesante la alternativa de otra ciudad o un país extranjero. En efecto es así, pero no en nuestro caso, porque cuando fuimos nos encantó, nos quedamos con ganas volver, y este era el momento de redescubrir la capital del país.
Si algo teníamos claro para estas vacaciones es que teníamos ganas de más: más ciudad, más gente, más movimiento, más lugares ¡más de todo! No nos apetecía un viaje estimulante e introspectivo a un país exótico de cultura antagónica, que nos hiciera reflexionar sobre la condición humana y nuestra humilde existencia, que para ir a La India ya habrá tiempo…y dinero; esta vez queríamos romper con la rutina pero sin desmarcarnos de nuestra condición de urbanitas. Tenemos ganas de ir a un par de museos (por mi parte el Thyssen cae si o si),
pasearnos por el casco histórico y puede que dejarnos caer por algún espectáculo, pero además de eso, tenemos claro que esta vez el componente de frivolidad será notorio. Queremos saborear esas macrotiendas en las que dar con todo lo que uno imagina y más, patear las grandes avenidas, disfrutar de los mil y un establecimientos de todo tipo que hay, desde pintorescas tascas y cafeterías con encanto, a tiendas temáticas interesantes, y por encima de todo eso, recorrernos de arriba abajo la Fnac.Me encanta viajar y se me ocurren mil destinos más originales y estimulantes que el que me ocupa, pero el cuerpo me pide metrópoli a gran escala, porque Tenerife agobia, y es que a pesar de ser las mejores islas del archipiélago en las que vivir sin morir de aburrimiento, no deja ser lo que es. Es muy bonita, tiene más o menos todo lo que uno pueda necesitar y hace buen clima, pero una gran ciudad siempre es una gran ciudad, y de vez en cuando necesito comprobar que hay más civilización ahí fuera, y que existen urbes que precisan de más de un día para recorrerlas en su totalidad.
¡Nos vemos la semana que viene!










Juro que este es el último artículo conmemorativo que hago en mucho tiempo, pero es que si había "festejado" los correspondientes a las entradas 

.


