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sábado, 4 de agosto de 2007

Parentescos imposibles del cine y la tele

Recientemente, la actriz Mary Louise Parker se mostró indignada al saber que iba a interpretar en su próxima película a la madre de Brad Pitt, actor que paradójicamente tiene un año más que ella. Por rocambolesca que parezca está situación se da con cierta frecuencia en el cine y la televisión; así, en la película Con la muerte en los talones, Jessie Royce Landis también era un año menor que su hijo en la ficción, Cary Grant. En el caso de Angelina Jolie y Colin Farrell, madre e hijo en Alejandro Magno, también hay un sólo año de diferencia, y aunque sea esta vez la madre la mayor de los dos sigue siendo un sinsentido difícil de digerir. Más asimilables son los casos de Indina Jones y su padre (cuyos interpretes se llevan 12 años), o John Cazale y Marlon Brando en El Padrino (otra paternidad muy temprana, tan sólo 11 años de más). La única maternidad que puedo llegar a creerme al respecto y no sin ciertas dosis de recelo, es la de Sally Field como matriarca en la serie 5 hermanos, pero no porque sea más verosímil sino porque siempre ha hecho de mujer mayor, y aunque sepa que sus hijos ficticios superan en realidad la cuarentena teniendo ella 60, me he acostumbrado a pensar en esta actriz como "la eterna madre" del protagonista.

En el caso de padres demasiado jóvenes, estas incongruencias pueden pasar por alto con las dosis necesarias de maquillaje y caracterización, pero en el de los actores significativa y visiblemente mayores que los personajes a los que interpretan, no sólo pierden credibilidad sus actuaciones, sino que constituyen un insulto a la inteligencia de los espectadores.

La hipocresía con la que ruedan las series y películas estadounidenses hace que "nos creamos" a familias modélicas de padres jóvenes y guapos, que tienen hijos aún más guapos y que viven en las mejores casas de los mejores barrios residenciales. Para potenciar estas cualidades, los padres cuarentones son interpretados por treintañeros y sus hijos adolescentes por veinteañeros, véase sin ir más lejos a Tom Welling en Smallville. Como todos tenemos asumida la gran mentira que nos intentan vender, y sabemos que ni todo el mundo vive así de bien, ni todo el mundo tiene el cuerpo así de cuidado (pero ni de coña vamos, que allí lo raro es ser delgado), estas alarmantes discrepancias cronológicas nos las tragamos como una más de sus calumnias, pero cuando te la intentan colar en España te duele un poco más...

Los pioneros en este sentido fueron los "chicos" de Al salir de clase, esa serie de instituto en donde pasaba todo aquello que no pasaba en el el tuyo, desde encarcelamientos, palizas y asesinatos, a actuaciones de estrellas internacionales en el bar del centro. Resultaba desternillante ver a gente que rozaba (y pasaba) los 30, haciendo de adolescentes inconformistas que se refugiaban de sus problemas en sus perfectamente equipados y decorados pisos de lujo. Vamos, la realidad misma de la juventud española. Tengo que decir que durante un periodo (muy breve eso si) seguí la serie, y antes de desencantarme al comprobar lo horrible que era, me dio tiempo de guardar en mi retina dos momentos: ver a Raquel Meroño sonriendo y mostrando al mundo unas patas de gallo que no tiene nadie con 20 años, y sentir vergüenza ajena cada vez que aparecía Carmen Morales, que a día de hoy tiene 37 primaveras. ¡Ahí es ná!

Los jovencitos de Al salir de clase marcaron un antes y un después en las series de instituto, y aunque los creadores de nuevas series no volvieron a repetir las tramas enrevesadas y poco creibles que les caracterizaban, si repitieron la fórmula de poner a actores de veintimuchos años haciendo de adolescentes. Si bien es cierto que en Los Serrano han tenido la delicadeza de afeitar a Fran Perea y Alejo Sauras para que sean mas creíbles como jovencitos (y no siempre porque a veces salían con barba), en Compañeros se pasaron esas nimiedades por el forro y nos plantaron a Quimi, el adolescente rebelde con la barba más tupida que el mismísimo Papa Noél que ha de haber en todos los institutos. Ver para (NO) creer...

2 comentarios:

Sar@! dijo...

Oh Dios!¿Cuántas veces habremos hablado nosotros de este tema? xDDD Es que a veces parece que insultan a la inteligencia del espectador, en serio.... no sé, ¿tan complicado es encontrar actores jóvenes para hacer una serie de instituto? No digo yo que tengan que tener 16 años, pero en un rango de edad de 3 a 5 años por encima, pues todavía da el pego. El otro día mismamente estuve viendo capítulos de al salir de clase en ese gran canal que es "telecinco estrellas" y en serio... daba lástima, que hay gente en 7º de veterinaria con pinta de ser más jóvenes que esos xDD. Otro ejemplo pueden ser las chicas Gilmore, que vale que igual resulta un poco más creíble, pero....¿alguien se cree esa relación madre- hija? y porque no eres fan de las tele novelas, que si no, apaga y vámonos xDDD

peibol dijo...

Miles de veces hemos hablado, y más que lo haremos, porque no cambian el esquema!

Las novelas... ese mundo en el que las madres, tiene casi la misma edad que las hijas, e incluso están mejor...