Translate

martes, 23 de noviembre de 2010

Con el culo en las dos manos

Para los que no conozcan esta expresión, significa estar muy ocupado y apurado de tiempo, que es como estoy yo en estos momentos. Como ya comenté al inicio del curso, los nuevos estudios imponen una disciplina que obliga a llevarlos al día, por el sencillo hecho de que nos someten a continuas tareas, trabajos y exámenes. Esto por un lado es positivo, pues impide que te duermas en los laureles (yo lo agradezco), pero por otra me hace pensar en una de las grandes citas de Mafalda: “Lo urgente no deja tiempo para lo importante”. Es decir, que aunque me ayuda a no postergarlo todo para el final, también impide que me vaya mirando las cosas con calma, porque siempre hay algo que hacer; siempre hay una prueba de tal asignatura a la que dedicarle un par de tardes, o un trabajo de otra que me va a quitar muchas horas. Aún tengo que hacer el comentario crítico de un libraco que apenas he empezado, a la vez que preparo lo que me han marcado para esta semana, y todo ello sin dejar de estudiar a piñón para la siguiente, que es cuando tengo TODOS los exámenes.

En otras palabras, que hasta principios de diciembre no estoy para nada ni nadie. Supongo que pasearé por la blogosfera cuando me tome algún descanso, pero no creo que pueda dedicarme a comentar. Ya lo haré luego de golpe cuando esté más relajado.

Por si no posteo en todo ese tiempo… ¡Nos vemos en el puente!


(Esto es talento y lo demás es tontería)



PD. ¿Qué os parece el cambio de imagen?

sábado, 20 de noviembre de 2010

Mery

El primer día de universidad me puse al lado de una chica random, que luego resultó haber estado en mi instituto. Empezamos a sentarnos juntos todos los días, me presentó a su grupo de amigos, y a día de hoy seguimos siéndolo nosotros, aunque a veces resulte difícil delucidar por qué:

- Ella “me pelea” por ir de flor en flor y no sentar la cabeza con alguien, porque “ya tengo una edad, y no puedo seguir así”. Yo me defiendo con que a mis veintipocos no veo grave no estar emparejado, y que también se puede ser feliz siendo soltero. No me lo niega tajantemente (bueno, un poco sí), pero tampoco me da la razón; considera que todos hemos de pasar por el aro porque así es como está estructurada la sociedad (pareja, coche, casa y familia), y no hay nada que hacer al respecto. Es lo que hay y punto.
Es una confrontación constante e inútil; siempre me dice lo mismo y siempre llegamos cada uno a nuestra propia conclusión.

- Dejó los estudios y trabaja desde hace mucho; es independiente y lleva años viviendo con su novio. Yo vivo con mis padres y creo que seguiré con ellos un buen tiempo.

- Tiene perro, gato y peces, y en el futuro querría tener hijos. Yo no quiero mascotas, y de hijos ya ni hablamos.

- Le encanta el cine de acción, y a mí me aburre soberanamente; es una adicta a la televisión y a mí me estorba tenerla encendida. Le flipa la saga de Matrix e idolatra con fervor la película Terminator 2. Yo adoro el cine de Tim Burton, y me encanta Amelié.

- Ella es de los 40 principales y yo de M80; le gustaría ir a Las Vegas y a mí a Nueva Zelanda, ...

Visto lo visto, ¿cómo podemos ser amigos siendo tan diferentes? Es sencillo: nuestras similitudes (que también las hay) y su calidad como persona, están por encima de estas disparidades. Es un cacho de pan que siempre ha estado ahí, y una de las pocas personas que cuando te dice que está para lo que sea, sabes que realmente lo dice de corazón. Es una joyita.

Ahora está empezando una nueva etapa en su vida; nuevo (y mejor) trabajo, y casa recién comprada en una zona mejor que la de su piso de alquiler. Desde aquí te deseo la mejor de las suertes, que sin duda te la mereces. Cuando acabe los exámenes "estrenamos" la casa con un buen maratón de Friends. ¿Te apetece?

¡Feliz cumpleaños, Mery!


sábado, 13 de noviembre de 2010

Los Visitantes

Llego tarde para postear este vídeo, pero creo que cuando se hacen cosas tan buenas, hay que compartirlas. ¡Fuera lagartos invasores!



Por cierto, ya que no tengo tiempo para escribir como Transilmonio manda, échenle un ojo a este artículo sobre los "nuevos milagros", que no tiene desperdicio.
La paz sea con vosotros

domingo, 7 de noviembre de 2010

Versión original

Siempre me ha gustado ver las series o películas en versión original, porque en general los doblajes hacen mucho daño. Por mucho que se repita la muletilla de que en España se hacen los mejores doblajes (me pregunto si alguien se habrá parado a comprobarlo más de verdad), nada puede superar a la versión “de verdad”. Cierto es que hay doblajes muy buenos que no hacen echar de menos a los originales, como en el caso de Friends o Mujeres desesperadas, pero las interpretaciones quedan mucho más planas y hay matices que se pierden, como los juegos de palabras o los chistes locales. Además, cuando ves que se trate del personaje que se trate, todos tienen el mismo acento perfecto de Castilla, resulta muy poco creíble. No sólo es que hablen todos igual, sino que parecen haber ensayado cada frase con voz impostada; sin titubeos, gorgoritos o palabras mal entonadas, que es como hablamos todos en la vida real. Es como si en el mundo real pronunciáramos como si fuéramos actores de teatro.

Creo que todos hemos interiorizado que los estadounidenses “hablan” un español pluscuamperfecto, así que no nos choca tanto, pero cuando ves una película asiática, por poner un ejemplo, y ves que la niña que vive en medio de las montañas con su alpaca, habla exactamente igual que cualquier Kimberly de Ohio… qué quieres que te diga, no me la creo. Eso por no mencionar las voces pluriempleadas a las que se recurre siempre para hacer el mismo tipo de personajes, que sin mirar a la tele ya sabes si está hablando el adolescente guay, la vieja misteriosa o la madre neurótica. ¡Un poco de originalidad, por favor!

De todas formas, lo que de verdad me espanta son las traducciones excesivamente literales o mal entendidas, que tiran abajo cualquier diálogo por lo absurdas que resultan. Mi top 15 del horror sería:

1 - ¡Demonios, Mike! ¿Por qué has hecho eso?

Eres un policía rudo peleando a su compañero por haber dejado escapar al sospechoso, ¿y lo único que se te ocurre espetarle es “demonios”? ¡Pero qué clase de hombre de acción eres tú! Cágate en su puta madre o insulta su inteligencia, pero ¿qué es eso de demonios (o “¡por todos los demonios!”)? Si encima lo rematas con un “¡Maldita sea!” (2) vas a perder el respeto de Mike para siempre, que lo sepas.

3- ¡Buen trasero! / Me he golpeado en el trasero

Señores americanos; nadie tiene trasero, tiene culo: C-U-L-O. Jamás en la vida oirás decir a nadie trasero, ni siquiera a un médico. Repitan conmigo: Culo. No es tan difícil.

4- Estoy con el periodo.

¿Con el cretásico o el jurásico? Para mí que lo que tienes es la regla o, si lo prefieres, la menstruación. ¿Alguien conoce a alguna mujer que se refiera a “esos días del mes” como el periodo?
Ah, y por cierto, si quieres ir al baño a cambiarte la compresa, preguntas por el baño, no por el lavabo (5), o es que acaso te vas a encaramar al lavamanos para hacerlo?

6 y 7- He puesto el dentífrico cerca del frigorífico.

¿No es más fácil haber puesto la pasta de dientes al lado de la nevera? Creo que no he oído esas dos palabras nunca en mi día a día. Resultaría curioso que recurrieran a más sinónimos que nadie utiliza, resultando que al abrir el refrigerador tomáramos un emparedado, para llenar la panza antes del rasurado matutino. ¡Sería como revivir los dibujos animados de los 80!

8- ¡Necesito un cigarrillo!

Creo que lo que necesitas es un cigarro, sin diminutivos. Ya puestos, ¿por qué no traducir “cigarrette”, como cigarrete, así, en plan colegueo?

9- ¡Oh Dios, estoy tan excitada porque mi abuelo venga a verme!

Volvemos a lo mismo; no se puede traducir el “excited” como excitado a secas, por el simple hecho de que las palabras sean parecidas. ¡Te excitas si hay estímulos sexuales de por medio, no porque te vayan a dar una sorpresa o te lleves una alegría! ¿Se imaginan que lo aplicáramos nosotros en el día a día?

-¡Mañana es mi cumpleaños, estoy tan excitado!
-Me acabo de subir en la montaña rusa, ¡Qué excitado estoy!
-Mis hijos están super excitados por la actuación del payaso.

La vida sería un no parar de tensiones sexuales... y de perversiones rarísimas.

10- ¡Eres un embustero! ¡Para de decir embustes!

¿Embustero? En serio, documéntense mejor antes de hacer las traducciones. Creo que Quevedo fue la última persona en utilizar ese término.

11- Conocí a una tía buena en el bar y me la llevé a casa. Estuvimos toda la noche haciendo el amor.

¡Ja! Lo que estuviste fue follando como un animal, ¿a quién pretendes engañar? Es más, ¿hay alguien que realmente use esa expresión? A mí, personalmente, siempre me ha parecido de lo más absurda; en qué momento pasas de follar a hacer el amor. ¿Es que lo primero es más primitivo y en lo segundo miras a los ojos mientras empujas? El proceso es el mismo, al margen del sentimiento que le pongas.

12 y 13 - Hola cariño, ¿qué tal, cariño?
-Bien cariño, me voy a mear, ¡te quiero!
-¡Oh! Que te diviertas cariño, yo también te quiero.

¡Arg! Esto me puede. La repetición abusiva del término cariño sólo la utilizan las doñas y las dependientas que quieren endosarte algo. Al menos aquí. Allí traducen “baby”, “sweetheart”, “honey”, “love” o “dear” como cariño a secas, y claro, pasa lo que pasa, que luego parece que todos los americanos son igual de cariñosos entre ellos, al margen del grado de proximidad y afecto. Entre eso y que te largan un te quiero cuando menos te lo esperas, pasar una hora con una familia americana debe ser más empalagoso que una tarde con los osos amorosos.

14- Tranquilo, todo va a salir bien, estoy aquí.

¿Y a mí qué coño me importa que estés aquí? ¿Y cómo pretendes que en la situación que estamos vaya a salir nada bien? ¡Hay un dinosaurio a punto de devorarnos, dentro de un portaviones que va a explotar en medio de un mar infestado de tiburones gigantes, y todo ello mientras nos apuntan con una pistola! Pero oye, ahora que me has dicho esa frase manida y absurda que se dice en TODAS las películas al menos una vez, me quedo más tranquilo. ¬¬

15- ¡Jódete!

Vamos a ver, señores traductores. "Fuck you" no puede traducirse como “jódete”, al menos no siempre, porque hace que las frases supuestamente agresivas no tengan sentido. ¡Tradúzcanlo como “Que te jodan”, que es lo que procede. Veamos un ejemplo:

- ¿Me has pinchado las ruedas del coche? ¡Jódete!

¬¬

Me imagino al otro en situación, pensando: ¿“cómo que “jodete”? ¿eso no debería decirlo yo, que soy el que te ha pinchado las ruedas?

Cierro con uno de los mejores monólogos que he visto: “Los americanos” por Goyo Jiménez. Entra realmente en materia a partir del minuto 7:30, y si no, para los más vagos, el minuto 2:40 del segundo vídeo). De verdad, no dejen de verlo.









miércoles, 3 de noviembre de 2010

La vecina de siempre

El piso en el que vivo es el mismo en el que se crió mi padre cuando era pequeño. Mis abuelos se mudaron a esta casa cuando él rondaba los 10 años; estuvo aquí hasta que se casó, y pasado un tiempo (concretamente cuando yo cumplí los 12), volvió, resultando que mi habitación es la misma en la que mi padre pasó gran parte de su vida. En ese tiempo de ausencia mis abuelos siguieron viviendo aquí, y luego lo hizo mi tía. Vamos, que en 4 décadas este piso siempre ha estado ocupado y visitado por familiares.

El resultado de esto es que conocemos muy de cerca a la vecina de enfrente, “M.”. Como es lógico, "los mayores" tienen una relación más estrecha con ella, pero las muchas veces que he tratado con ella en estos años, me ha transmitido muy buenas vibraciones. Es una mujer mayor pero con la cabeza muy buen puesta, muy atenta y que me ha sacado de más de un apuro, ya sea para darme aceite, huevos o sal en un momento dado, dejarme hacer una llamada de teléfono, prestarme algo de dinero, o recoger mis llaves para dejárselas luego a otra persona. Una vecina perfecta con mayúsculas.

Hace poco fui a dar con ella llevando mi chilaba (en casa siempre voy con chilaba), y me contó que ella también tenía una y que le parecía súper cómoda. De ahí derivamos a hablar de Marruecos, de cómo había conocido a su marido y de sus viajes familiares a Algeciras. La conversación concluyó con que la próxima vez que hiciera cuscús me iba a invitar, y regalándome unas babuchas que su marido había comprado hacía tiempo, pero que nunca llegó a estrenar (es viuda). Como digo, un encanto de mujer.
Ayer al volver de clase me fijé en un cartel que había en el ascensor. Mi vecina M. había muerto del cáncer que le detectaron hace 10 días. De piedra me he quedado.

Como creo que la mejor forma de recordar a alguien es haciendo énfasis en lo que de verdad le caracterizaba, en lugar de recurriendo a los cumplidos de bondad habituales en estos casos, rescato una anécdota que vivió con mi tía hace un par de años:

- Mi tía: Oye, ¿has visto a Maripili (otra vecina) últimamente? Hace tiempo que no la veo.

- Mi vecina M.: Ah, pues no sé. A mí es que me venía cada dos por tres a hablarme del Opus para convencerme de que me uniera, hasta que un día me cansé y le dije: ¡A mí todo eso me parece una secta y una tontería! … ¿Y te puedes creer que desde entonces no me habla? :o

¡Qué grande! Te echaremos de menos, M.


(Puse el vídeo por el paralelismo con la anécdota; lo digo para que no haya malinterpretaciones :o)