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martes, 30 de junio de 2009

El cuerpo del delito

El otro día estaba estudiando en mi cuarto, cuando oí una conversación que me impidió seguir prestando atención a los apuntes; mi madre (Madrepeibol) y su hermana (a la que llamaremos Tíamaterna, para diferenciarla de la otra tía de la que suelo hablar) estaban entrando en casa con grandes dificultades, porque cargaban con una enorme y pesada caja de cartón. Mi hermana, a la que todos deberían conocer ya como La exorisister, les ayudó a transportarla hasta la cocina, y allí siguieron de palique las tres. Para entender del todo la historia, hay que saber que mi madre trabaja en un instituto con una guarra que la ha puteado hasta lo último, y que es conocida en mi casa como “La bruja”:

- Madrepeibol: Espera, tira un poco de arriba… no, así no, que se cae, deja que coja por el otro lado…

- Tíamaterna: A ver, empuja por allí para equilibrar el peso….

-La exorsister: ¿Pero qué es lo que hay dentro?

- Madrepeibol: Un cadáver.

- La exorsister: ¿Un cadáver?

- Madrepeibol: Sí, el de “la bruja” de mi instituto, que me tenía harta.

- La exorsister: ¿Y te la traes a casa?

- (...)

Intrigado por lo que oía (no era para menos), me acerqué a la cocina y pregunté de qué iba eso del cadáver, y tras un par de disparatadas divagaciones más, abrieron la misteriosa caja de cartón y sacaron ¡una enorme cesta de navidad!... en junio. ¬¬

- La exorsister: ¿Y esto?

- Madrepeibol: Se había quedado en el instituto, y si no la cogía se la iba a llevar “La bruja”… y pa que se le lleve ella, me la quedo yo.

- Peibol: Jajajaja. No tienes vergüenza.

- Madrepeibol: La que no tiene vergüenza es ella… además, dije que la iba a llevar a la parroquia.

- Peibol: ¿A la parroquia?

- Tíamaterna: Claro… nadie sabe dónde está la parroquia… ni quienes son los parroquianos. Podemos ser nosotros, ¿no?

- Peibol: Sí, sólo que nosotros no vamos a la parroquia.

- Tíamaterna: Pero podríamos...



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Ya sé de quién heredé mi -en ocasiones ambiguo- sentido de la justicia.


viernes, 26 de junio de 2009

El rey del pop

Anoche estaba preparándome la cena, cuando MaRía me llamó para preguntarme si me había enterado de la noticia; no sabía de qué hablaba y me soltó un bombazo que aún me cuesta asimilar: Michael Jackson había muerto.
Era lógico que me llegara de ella la información, y de hecho, si hubiera sido yo el primero en saberlo, habría corrido a decírselo, pues para ella no ha fallecido un cantante al que pudiera tenerle simpatía; ha muerto Michael, su Michael; con confianza y sin apellido.

Una de las primeras cosas que me cautivaron de MaRía, fue su insaciable melomanía y su infinita cultura musical; algo que siempre he comentado con orgullo y admiración. Como yo, se decanta por todo lo que suene a antiguo y de calidad, y aunque no desprecia lo que se hace ahora, es muy selectiva respecto a qué escuchar y qué desechar; como tiene que ser. Sus filias musicales van de Dire Strites a Phil Collins, pasando por Paul Carrack, Bruce Springsteen o George Michael; pero por encima de todos ellos, guarda una posición privilegiada para quien desde su temprana adolescencia, ha sido, es (y sospecho que seguirá siendo) su mayor ídolo musical: El señor Jackson.

Aún habiendo escuchado sus temas miles de veces (y no es una forma de hablar), sigue emocionándose al poner uno de los muchos discos de su colección (tiene hasta vinilos), y aunque era consciente de que últimamente estaba de capa caída y nunca volvería a ser el que un día fue, no renegaba de él como cantante; veía al artista por encima de la persona.
De unos años a aquí, y como pasa siempre con los juguetes rotos, sólo se le sacaba a colación para ridiculizar sus excentricidades y entrar en polémica, y aunque ni ella ni yo negamos esa parte triste y oscura, tampoco se puede pasar por alto lo que ha supuesto para el mundo de la música. De una infancia explotada niño prodigio a artista consagrado, fue un cantante único con un estilo propio, que marcó un antes y un después, y que posee el honor de ser el autor del disco más vendido de la historia. El single por excelencia de ese álbum (Thriller), supuso además todo una revolución en el mundo de los videoclips y las coreografías. Puede gustar más o menos, pero una cosa es innegable: Fue un fuera de serie y un artista con mayúsculas.

Mientras hablábamos por teléfono, me comentó que no se habían hecho demasiado eco en la tele, y le dije que les diera tiempo, que seguro que tenían ahora mismo a todos los becarios trabajando como cabrones, para tener sendos reportajes para los informativos del día siguiente. Queremos ser optimistas a ese respecto, pero uno ya no sabe que esperar, pues lamentablemente, las muertes que más repercusión tienen son las que menos deberían tenerla. Si hoy muriera Jesulín de Ubrique, quizás se le dedicaría tanto o más tiempo en televisión que a Michael Jackson; sólo hay que recordar la desmedida cobertura informativa que se dio a la muerte de Carmina Ordoñez, en contraposición a las fugaces reseñas de los artistas fallecidos durante el resto del año.

Ha muerto el rey del pop, y con él una pequeña parte de MaRía. Por tantos temazos icónicos que persistirán para siempre, y por todos los momentos que he vivido con ella con su música de fondo, abandono mi inamovible postura republicana, para proclamar bien alto una consigna que espero que se repita en estos días: ¡Viva el rey!


jueves, 25 de junio de 2009

La realidad no supera a la ficción

Una televisión boliviana ha difundido dos imágenes del accidente del avión de Air France, teóricamente tomadas por un pasajero que se mantuvo en pie durante las fuertes turbulencias, y cuya cámara fue encontrada entre los restos del fuselaje. Se supone que pertenecen justo al momento en el que el avión se parte; ahora bien... ¿No notan nada extraño?

martes, 23 de junio de 2009

El edificio de las ovejas

En más de una ocasión me han preguntado el por qué de varios aspectos del blog, y aunque he contestado, siempre lo he hecho muy escuetamente… hasta hoy, que con motivo de la doble celebración, voy a desgranar el "Cómo se hizo".

A la hora de ponerle título, tuve claro que recurriría a alguna de las coñas familiares: Mi tía es una mujer muy especial (en el buen sentido, no como lo decía la madre de Forrest Gump al hablar de su hijo), y parte de esa singularidad reside en que ha desarrollado un lenguaje único, que sólo entendemos su familia y amigos más cercanos, y que fuera de su entorno carece de todo sentido. Así, puedes oir cosas como:

“Puse el gusiluz para empujar los menesteres con la oreja derecha, pero Godzila tenía un padecer, así que le grite ¡Jaulismi!, en plan Suculumera de gran porvenir, y me fui con el medio kilo. Pensé en sacar este cuerpito verde a juroenar al post-meridian, pero el alien me tenía con el atufamiento sexy y no me encontraba realizada, así que me fui al camarote de los hermanos Marx con la muñequita linda… ¡A sufrir!”

De forma resumida, vendría a significar que quería pasar unos archivos al pendrive, pero internet no funcionaba, así que se hartó y se fue a sacar al perro; pensaba además salir a ver escaparates, pero se sentía hinchada y prefirió dejarlo para otro día. En lugar de eso, se tumbó en la cama y estuvo de cháchara telefónica con mi prima. ¡Eso sí es crear un idioma nuevo y no lo que hizo Tolkien!

Un día me dijo que debería empezar a apuntar en papelitos todas estas idas de bola, y me regaló una caja en la que guardarlos; para dar nombre al blog no tuve más que abrirla y dar con una que sonara bien, y así quedó bautizado tal y como figura.
Resulta que hace años, vio una película en la que un grupo de gente entraba en una fiesta masificada, y después se las veían y deseaban para poder salir; cuando no era por una cosa era por otra, y acababan agobiados por no poder escapar de allí. Cuando por fin lo conseguían, pasaba un rebaño de ovejas que, por no se qué motivo, tenía un componente siniestro. Pues bien, mi antiguo edificio era un continuo trasiego de gente y reuniones, de modo que cuando mi tía venía de visita, sabía cuando entraba pero no cuando se iba; entre que hacía de niñera, había una cena vecinal al día siguiente, se hacía una fiesta o visitaba a su prima, que también vivía allí, podía pasar varios días sin volver a su casa, de modo que mi bloque pasó a ser conocido, en honor a esa película, como “El edificio de las ovejas”.

La dirección del blog (tres pollos y una gamba), es su particular modo de referirse a grupos pequeños; el color azul me encanta y las ovejas son de la serie “La oveja Shaun” . Cuento todo esto porque, como ya adije, hoy es un día muy especial para esta bitácora: Esta es la entrada número 200 (ahí es nada), y queda exactamente un mes para que haga dos años desde que publicara la primera; me hubiera gustado hacer coincidir ambas fechas para quedara todo más redondo, pero eso supondría estar varias semanas sin escribir nada.

Suena a tópico manido, pero de verdad no me creo que ya haya pasado tanto tiempo y tantos escritos, desde que festejara mis primeros cien. Muchas gracias a todos los que seguís animándome para estar al pie del cañón, pues sois quienes le dais sentido al blog. Espero llegar a celebrar los tres años en vuestra compañía.

Dado que mi tía me inspiró en dos aspectos tan básicos, lo celebro con un vídeo claramente inspirado en nosotros dos. Se trata de la irritable ardilla Slappy y su joven sobrino, que reflejan bastante bien nuestra relación. Disfrútenlo.


*El grupo al que hacen referencia es "The Who": "Quién" en inglés

viernes, 19 de junio de 2009

Bestseller

Tras un profundo estudio de mercado, un análisis de los fenómenos literararios más sonados, y una planificada campaña de marketing (incluyendo sobornos a críticos y libreros), puedo ir frotándome las manos a la espera del dinero y la fama, pues tengo el título del que sin duda, será el mayor bestseller de todos los tiempos. Vayan haciendo sitio en sus estanterías, ante la inminente publicación de:

“Harry Da Vinci en pijama, y la sombra de los pilares”

Aventuras, magia, conspiraciones, amor y humor, conviven magistralmente en esta obra histórica que no dejará a nadie indiferente. Ahora sólo me falta escribirla…


martes, 16 de junio de 2009

Millonarios en crisis

El otro día pusieron un reportaje que, según supe luego, tuvo aún más audiencia que los pesos pesados de la competencia; de modo que fueron más los que vieron la copia de callejeros el programa de reportajes de la uno, que quienes se decantaron por el refrito de Aquí no hay quien viva “La que se avecina” o el show de Hugo Silva y Mario Casas “Los hombres de Paco”. TVE ofrecía en su “Comando actualidad”, una visión de cómo afectaba la crisis a los más pudientes.

Para ello, visitaron casas de ricos y muy ricos, algunos de los cuales estaban muy inquietos por la posibilidad de tener que renunciar a la vida acomodada que llevaban; los que de verdad están podridos de dinero, y saben que siempre lo estarán, no podían evitar mostrar lo felices y realizados que se encontraban.
El desfile de casonas con golf privado, coches de lujo, comida de gourmet y caprichos imposibles, daba envidia y grima a partes iguales; y es que una cosa es acomodarte a vivir bien porque te lo puedes permitir, y otra es ser gilipollas y derrochador. Uno de los matrimonios a los que entrevistaron en Marbella, contó que cuando el dinero fluía a borbotones por la ciudad, los nuevos ricos perdieron la cabeza y malgastaron sus fortunas como si fueran infinitas; llegados a la situación económica actual, ahora recurrían a ellos, para pedirles cantidades desorbitadas con las que solventar sus malas gestiones.

Por donde no pasa la crisis es por quienes tendrían que vivir mil años para gastar todo lo que tienen, y en consecuencia, se ven "obligados" a comprar sólo lo más caro y exclusivo, aún cuando la relación producto-precio es del todo inconsistente, como en el caso de teléfonos móviles a 32.000 euros (y a mí que me parecía caro el iPhone…).
La máxima personificación del despilfarro más gratuito, la encontramos en un hombre que monta unas fiestas en la playa acojonantes, con colchones en la arena y cientos de “amigos”, y que se gasta sumas indecentes en carísimo champán… para dispararlo con una pistola de agua ¬¬. De hecho, llegaba a decir que él ni siquiera bebía, que lo que compraba era la botella, pero lo de dentro le daba igual, y algo debía hacer con el líquido. El ¿cerebro? detrás de ese razonamiento tan inconsistente, era un anticristo de la lujuria que llevaba una camiseta con el lema “Hot macho”, muy consciente de su poder de seducción; el que reside en su cartera.
Mientas hablaba con el reportero, animó al mismo a echarle un repaso a sus putillas conejitas; lolitas muertas de hambre, que a cambio de una parcela de buena vida, ríen histéricamente huyendo (y a la vez disfrutando) de sus descargas de champán… y de lo que no es champán imagino que también.

Uno de los momentos estelares del programa fue la conversación en una de las casonas, entre reportera, señora y asistenta:

-Señora: Ella es Rosa, que lleva trabajando aquí 16 años... mucho tiempo... Y muy bien, ¿verdad?

-Asistenta: Sí sí... muy contenta (cualquiera se atreve a decir lo contrario con una cámara enfocando)

-Reportera: ¿De dónde es usted, Rosa?

-Señora: De Guinea Ecuatorial - se apresura a contestar la otra.

-Reportera: ¿Y cuánto tiempo lleva aquí, Rosa?

-Asistenta: Veintipico años (esta vez responde por sí misma)

-Señora: Si es de la familia ¿eh? Rosa es una parte importante; le consultas cosas... (¡Y además sabe dar la patita!)

-Reportera: ¿Sí? ¿Qué cosas le consulta?

-Señora: Pues no sé… cosas… problemillas de esos de todas las familias.

-Reportera: ¿Se dirige a usted como Señora?

Las dos se apresuran a decir varias veces que sí; Rosa con los ojos más abiertos y ella con cierta sonrisa de satisfacción:
Sí sí, sí sí sí Sí.

-Reportera: El trato de señora es importante…

De nuevo un sí al unísono, al que Rosa se adelanta brevemente.

-Señora: Yo creo que es importante, porque nos conocemos mucho y nos llevamos muy bien, pero el trato siempre…no sé… creo que es importante mantenerlo (unidireccionalmente, claro, que una cosa es decir que es de la familia, y otra que "el servicio" se coja confianzas).

A pesar de las muestras de ostentación y frivolidad recogidas a lo largo de todo el programa, el fragmento que más repercusión ha tenido ha sido la intervención de Carmen Lomana, de profesión… millonaria; la entrevistaron mientras compraba en una boutique de lujo, y además de dejar evidencia de que las infiltraciones de botox deben hacerse con cuidado para que no lleguen al cerebro, nos regaló perlas como estas:

-¿Cuántas piezas (de ropa) puede tener en casa, Carmen?

Uy! Muchísimas… Hay algunas de hace muchos años… pero no te creas, a veces no me las pongo, y de repente, me pongo algo que tiene 5 años (¡¡Como los pobres tía!!)

-¿Cuántos armarios tiene en casa?

-No tengo armarios; tengo habitaciones.


-(…)

– ¿Este cuanto puede costar? (un reloj de lujo)

-¡Esto no es un mercadillo para estar dando los precios!

-Pero hay gente que necesita saber cuánto vale para ver si se lo puede llevar…

-Pues vienen, ven cómo les queda, si les gusta, y entonces deciden.

-¿Se ve comprando por ejemplo Carmen, en un rastrillo?

(Mirada perdida al intentar buscar esa palabra en su base de datos)

-O en un mercadillo -se apresura a añadir la reportera, para ponérselo más fácil.

-¿En un mercadillo? ¿De esos que hacen en los pueblos? Me divierte mucho, pero la verdad es que no he ido nunca ¬¬ (frase claramente inspirada en la pifia más célebre de Sofía Mazagatos); debe ser muy divertido (¡Buff! No sabes cuánto; comprar ropa interior en la calle, debe ser como ir a Disneylandia).

Aunque sin duda, la frase que más vueltas ha dado en los zappings y la red, ha sido la de las clases de pobres que hay, y el modo en que estos afrontan la situación:

...el pobre de siempre, que ha estado pidiendo y tal, bueno… está acostumbrado; lo peor es la pobreza en las personas que bueno… han tenido un trabajo, viven bien, y de repente se encuentran que les embargan la casa, que no tienen paro, ¡Ay! Unos dramas…

Acto seguido habló de cuánto le gustan sus nuevos zapatos.



Alguien debería explicarle que los pobres no se generan espontáneamente, y que haya o no haya crisis que pueda desembocar en la autodecadencia, muchos de ellos vivían de forma digna antes de perderlo todo.

viernes, 12 de junio de 2009

Desaparecidos

Siempre ha habido desapariciones en todos lados, pero parece que últimamente hacen más ruido y estamos más alerta. Por cada Madeleine McCann con despliegue mediático mundial, hay cientos de personas que se esfuman sin dejar rastro, y aquí, en Canarias, parece que se ha puesto de moda.
Cuando aparecen los asesinos (no nos engañemos; “desaparecido” es un eufemismo de muerto), siempre surgen los mismos comentarios de asombro entre vecinos y conocidos, que no dan crédito y aseguran que se trataba de personas encantadoras. En el caso de víctimas del maltrato de género, hay añadir eso de que “a veces se les oía discutir, pero como a todas las parejas…”

La suegra de una amiga vivió en el piso en el que apareció el cadaver de Isabel, nuestra última secuestrada, y aún se le eriza el vello al pensar en las charlas y cafés que compartió con su casero, el homicida. Llegados a este punto, uno se pregunta si realmente podemos fiarnos de la gente; si quitando a nuestros más allegados (o ni siquiera), seríamos capaces de poner la mano en el fuego por todas las personas que han pasado por nuestras vidas. Visto lo visto, la próxima vez que duerma en una casa ajena, lo haré con un ojo abierto y un cuchillo bajo la almohada. Nunca se sabe…


domingo, 7 de junio de 2009

Familias ajenas

El otro día subí a casa de una amiga por la fiesta de despedida de su novio; se va a trabajar tres meses a otra isla, y reunió a su círculo íntimo para un “hasta luego” conjunto.

Su familia cercana (la del novio) estaba allí con una singular vacante: su hermano; en su lugar estaba su “ex-cuñada”, y nadie parecía echarle de menos o sentir la presencia de esta chica como una intrusión fuera de lugar; todo lo contrario. Y es que aunque parezca mentira me pongo colorada cuando me miras, su hermano es persona non grata y ella muy querida. Cuando nos marchamos juntos, me contó lo gratificante que le resultaba ese afecto incondicional, a pesar de las extrañas circunstancias. Su ex novio era un impresentable con el que estuvo tres años, y no lo dejó antes porque tenía pánico a perder a su familia política. Al final no sólo ha seguido con ellos, sino que es el otro el que ha sido prácticamente expulsado. El ejemplo contrario (y lo que en realidad suele pasar), lo tengo en mi prima; terminó con su novio de nueve años y la ruptura colectiva no fue nada agradable.

En cierto modo me recuerda a cuando dejé de llevarme con C.; conocía mucho y muy de cerca a su familia, que me tenía mucho cariño, y de golpe y porrazo, me vi obligado a cerrarles a todos la puerta. Teniendo en cuenta como es ella, imagino que los habrá puesto en mi contra, pero como ellos también saben de qué pie cojea, quizás no le han hecho demasiado caso... o sí. Lo que sé es que cuando me los encuentre voy a dudar entre saludarlos efusivamente, evitando el tema de “tu hija es una cabrona”, o hacerme el loco y tratar de pasar desapercibido. Todo depende de cómo reaccionen al verme.

Alentado por la conversación con esta chica de la fiesta, vi una película que tenía pendiente; se llama “El compromiso”, y va sobre la delicada tesitura en la que se ve un chico al morir su prometida; no tanto por el duelo, sino por ver cómo los padres de ella no le dejan marchar, aferrándose a él y a la vida que tenían antes. Es una coyuntura que siempre me ha hecho pensar, y las circunstancias han hecho que en cierto modo, también me vea en esa situación.
Desde que mi amiga falleció, su madre me ha estado reclamando en distinta medida, a veces desproporcionadamente; y aunque no he renegado de ella y siempre tengo una palabra amable que ofrecerle, no dejo de estar tenso por no saber bien cómo actuar. Si me acerco demasiado temo que me termine “adoptando” como la hija (ahora hijo) que ya no tiene, cuando en realidad tampoco es que tuviera una relación intensa con ella, y no tendría mucho sentido que empezara a desarrollarla ahora. Por el contrario, si me alejara del todo me sentiría mal, porque sería cómo si le huyera.

¿Qué hacer entonces? ¿Dónde está la medida justa? ¿Cómo acercarme desde la distancia? ¿Cómo hacerle ver que no se puede pasar página, si constantemente actuamos como si nada hubiera ocurrido? ¿Cómo estar ahí, pero a la vez seguir con mi vida?
En definitiva… ¿Qué se debe hacer cuando se rompe con las familias ajenas?



martes, 2 de junio de 2009

Palabra del señor


El otro día estaba en casa y tocaron el timbre; me extrañaba que mi padre no hubiera usado sus llaves, pero tampoco era la primera vez que tenía que abrirle al llegar del trabajo, así que fui a la puerta, y sin prestar mucha atención a lo que veía por la mirilla, abrí.


Afuera esperaban dos testigos de Jehová, biblia en mano, dispuestos a convertirme a su fe. Podría haberlos despachado sobre la marcha, pero no sé por qué, me picó la curiosidad, y me pareció una ocasión interesante para confrontar puntos de vista; recordaba mis
deseperantes
estimulantes charlas con la evangelista de mi instituto, y si conversaba con ellos, tendría a un tercer grupo religioso, al que apuntar en la lista de gente con la que he debatido teorías divinas.

Además, recordé una anécdota protagonizada por una profesora de mi hermana: la mujer era monja (ella fue a un colegio de monjas y yo a uno 100% laico, cosas de la vida); la intentaron convencer de los errores en los que caían los católicos y las leyendas urbanas de la Biblia, y cuando acabó, les tumbó uno por uno todos los puntos en los que habían basado su argumentación. Al final dijo algo así como “Soy monja y estoy empollada en esto, así que no me toquen las narices”, y aunque yo no tuviera en mente hacer lo mismo,
no tenía ganas de estudiar
pensé que podría resultar ameno, así que les di una oportunidad.


No podría transcribir toda la conversación, porque fue muy larga y hablamos de todo, pero a grandes rasgos, y tomando los extractos más significativos, fue algo así:


-¿Nunca te has parado a pensar en lo mal que está el mundo, en cómo estamos enfrentados unos con otros y lo divididos que estamos?

-Si, claro, todos lo hemos pensado alguna vez.

-¿Y qué piensas, que esto va a seguir así o que se va arreglar? ¿Crees que alcanzaremos la paz?

-Bueno… soy realista, pero también me gusta ser optimista, así que cruzo los dedos y pienso que sí.

(En realidad esto lo dije para zanjar el tema)


-Ya… bueno… eso está bien, pero… ¿Cuál crees que es la forma real de alcanzar la paz y vivir en armonía? Espera que te enseñe un libro, porque hay alguien que nos puede ayudar, en realidad sólo él puede, y si hacemos caso a sus enseñanzas lo podremos lograr. ¿Sabes de lo que hablo?

-Pues teniendo en cuenta el aspecto del libro, me puedo hacer una idea de por dónde van los tiros.



-Jajajaja, bueno, pues… ¿qué piensas tú de todo esto? ¿no crees que existe una entidad superior que vela por nosotros, y que es nuestro guía para la salvación?

-Pueeees, no, la verdad, tengo muy claras mis convicciones religiosas.

-Ah sí, ¿y cuales son, si no es indiscreción?

-Soy ateo.

-Jajajajaja ¿ateo? Entonces no tienes convicciones religiosas.

-Sí, si las tengo, mis creencias religiosas son no tener religión.



-Claro, me imagino que si te han inculcado eso, no habrás tenido oportunidad de ver más allá, porque resulta que…

-No, no me han inculcado nada; en mi entorno hay tanto gente religiosa, como gente no creyente; mi tío sin ir más lejos fue fraile, y a mí no me han dicho que deba seguir un camino u otro. Yo soy ateo porque es con lo que me he quedado; he tenido a mi disposición diferentes corrientes y modos de entender la vida, y yo he tirado por ese camino, igual que podría haber tirado por el otro. Soy un hombre de ciencia, y la religión no entra en mis esquemas.

-Bueno, eso es admirable, la verdad, que hayas sido tú mismo quien haya elegido tu sendero, pero, ¿por qué piensas que religión y ciencia son 
incompatibles? Es cierto que han estado enfrentadas durante muchos siglos y que parecen posturas irrecoinciliables, pero no tiene por qué ser así. En ambos casos se trata de creencias ¿no?

- No exactamente; son posturas antagónicas.

- ¿Y en qué se diferencian?

- Pues en el "modus operandi". La ciencia funciona del siguiente modo: Observas algo para lo que no tienes explicación, estudias por qué puede ocurrir, elaboras una teoría, lo sometes a experimentación mediante el método empírico, y lo demuestras, dejando que los datos de tus investigaciones sean públicos y comprobables, para que cualquiera pueda ver que siempre se cumple lo que postulas. En cualquier caso, siempre está sujeto a revisión, así que cualquier teoría nueva que venga, siempre será bienvenida, porque puede suponer un avance.

La religión, sin embargo, es todo lo contrario: Una persona cree algo, lo defiende con todos sus fuerzas pregonándolo a los cuatro vientos, aún cuando no tiene ninguna prueba de rigor más allá de su fe; si alguien trata de cuestionarlo o invalidarlo (como le ocurre a los científicos), ni escuchan ni presentan pruebas que lo confirmen, sino que atacan al que ponga en duda sus creencias, e incluso arremeten contra él, como se ha hecho históricamente y se sigue haciendo. Ahí radica la diferencia, que yo creo en base a hechos, y ustedes en base a ilusión, que es muy bonito, pero no va conmigo.

Tardaron en reaccionar, pero pasados unos segundos, volvieron a tomar el rumbo, pues esta gente puede carecer de otras cosas, pero a labia y paciencia no les gana nadie:



- Pero esas teorías de las que hablas, no dejan de ser teorías, es decir, algo que se cree pero no está comprobado, como la teoría de la evolución. Es algo que piensan unos cuantos, 
pero no tiene base.

- No nos perdamos en la semántica por usar la palabra teoría (lo sé, me quedó muy pedante), puesto que una teoría comprobada sigue llamándose teoría. En cualquier caso, ¿qué tiene más base, pensar que la vida ha surgido por fruto de la selección natural de billones de años, o que alguien chasqueó los dedos y aparecieron cientos de animales complejos sobre La Tierra?

- Es que no fue así, no surgieron en un día como dice en la biblia, sino a lo largo de miles de años.

- ¿Y eso no viene siendo la teoría de la evolución?

- No, porque la teoría de la evolución dice que la vida surgió de la nada, y está claro que alguien la tuvo que poner ahí.

- ¿Alguien? ¿Y quién puso ahí a ese alguien? Al fin y al cabo, si la vida tiene que venir de la vida, Dios tuvo que venir de alguien, ¿no?

- No, porque el está por encima de los conceptos del tiempo. Él nos hizo a su imagen y semejanza; primero separó la luz de la oscuridad, creó las estrellas, creó…

- Vamos a ver, al margen de que eso pueda quedar muy poético, “separar la luz de la oscuridad...”, ¿qué quiere decir? Es decir, no es que quiera ofender, pero comprenderán que me cueste creer que “alguien” estaba ahí flotando, antes de que existiera nada ni nadie, más aburrido que una ostra, y de repente dijera… ¿Y si creo un planeta y le pongo animales, plantitas y tal? Venga, a ver... voy a hacer uno verde y de ojos saltones que viva en charcas, que seguro que me queda gracioso, y ahora uno sin extremidades 
que se arrastre e inyecte veneno… ¡Tachán!

- Emmm… es que en la naturaleza hay un diseño tan inteligente, que está claro que hay inteligencia detrás de todo eso.

- O no… Lo vemos como un diseño inteligente, porque la adaptación al medio se ha encargado de que así sea, pero si no lo fuera tanto, lo seguiríamos viendo igualmente inteligente.

- Es que hasta los científicos lo piensan, que es imposible que todo eso haya surgido sin más; consideran que debe haber una entidad superior que lo supervisara todo.

- ¿Qué científicos conocen ustedes? ¬¬ 

- Hay gente de ciencia que es creyente y piensa estas cosas, pero no se atreve a compartirlo.

- Hombre, es que dedicar tu vida a la ciencia, para acabar concluyendo que nos va mal por culpa de una manzana, es un tanto contradictorio…

- Es que nuestro planeta reune unas condiones tan únicas, que es imposible que sea casualidad, tiene que haber alguien superior detrás. Fíjate que en ninguno de los demás planetas del sistema solar es posible la vida, y aquí se da en múltiples modalidades.

- No es posible la vida tal y como la conocemos, pero eso no quiere decir que no sea posible o que no la haya habido. La carrera espacial tiene menos de un siglo, así que estamos aún en pañales. Quizás descubramos lo que hasta ahora hemos sido incapaces de ver, e incluso, ampliemos las miras más allá de nuestro sistema solar. Si así fuera, si se descubriera que existen bacterias, o lo que sea, a tomar por saco de aquí, ¿En qué lugar quedaría Dios con su sistema milimétrico e inteligente? ¿Resultaría que hizo un diseño único y perfecto para La Tierra, pero pasó del resto del universo? O bueno, aunque fuéramos los únicos con vida, ¿qué pasa con todo lo demás? Es que me parece muy arrogante pensar que siendo un grano de arena en el cosmos, seamos los que tenemos la exclusiva, y que además, se la debamos todo a “alguien” que decidió que nos tocara la chochona.

- ¡Es que no puede ser todo porque sí! ¡Debe haber una respuesta! ¿Cómo se explica que el mundo de vueltas alrededor del sol, y que por su inclinación tengamos cuatro estaciones? ¡Alguien tuvo que idear eso!

- ¿Por qué? ¿Por qué no puede ser sencillamente 
así? Si en lugar de tener cuatro estaciones, viviéramos permanentemente en una, también nos parecería una obra maestra.

- Bueno, y ¿qué me dices de la evolución?, no está demostrada; si no crees en lo que no ves, ¿cómo puedes creer en eso sin pruebas?

- ¿Sin pruebas? Están en todos lados, ¿alguna vez han ido a un museo de naturaleza? ¿Han leído una enciclopedia u oído hablar de Atapuerca? ¿O acaso alguien se ha dedicado a crear restos biológicos a los largo de los siglos, para esconderlos por todo el planeta e invalidar la ciencia? Un poco enrevesado ¿no?

- Pero si así fuera, ¿por qué no hay más? Si hemos pasado por diferentes estados desde los simios, ¿por qué no hay más? ¿dónde están todos esos huesos?

- Repartidos por el mundo... estamos hablando de restos que han resistido a lo largo de los milenios por estar bien resguardados; lo que no iban a hacer los neandertales, es ir depositándolos todos en una cámara de frío, para que nos llegaran perfectos y en cantidades industriales, ¿no?

- Pero hay cosas de la ciencia o la teoría de la evolución que no han sido demostradas…

- Si, pocas y poco importantes; y si ya hubiera sido descubierto y demostrado todo, no seguiría existiendo la ciencia, pero que no haya sido demostrado no quiere decir que no vaya a serlo. En cualquier caso, me resulta más prudente creer en lo tangible y comprobable, con lagunas por desentrañar, que en lo místico porque sí. Si el día de mañana hay evidencia científica de que toda esa parafernalia de los milagros es cierta, seré el primero en quitarme el sombrero; mientras tanto, prefiero seguir confiando en lo racional y probado.

- (…)



- Entonces ¿no crees en nada? ¿No piensas, en base a cómo está el mundo, que debe haber una base moral para 
que todos vivamos en armonía, una serie de principios que nos hagan estar en paz, y…?

- Sí creo en algo; creo en el hombre. Y desde luego estoy de acuerdo en que deberían replantearse muchos valores, pero no creo que la religión sea el único camino para lograrlo. Si hay algo encomiable de la religión es precisamente eso, que prediquen valores positivos con los que ser mejores personas (porque de resto ha sido un cáncer histórico). Pero eso no deja de ser un planteamiento de vida que puedes hacerte sin una entidad superior de por medio. Yo soy consecuente con mis principios y mi ética, y los tengo en base a mi educación, no por adoración a un tercero, o lo que es peor, por miedo a las consecuencias de no hacerlo, como es y ha sido práctica habitual.

- Eso está bien, que tengas tus propios principios, pero... respóndeme a esto, ¿por qué estamos en el mundo? ¿Tienes respuesta a eso? La Biblia las tiene…

- Yo, personalmente, estoy en el mundo para vivir lo mejor que pueda y hacerle la vida agradable a la gente de mi etorno, pero más allá de eso, no creo que tenga un propósito en particular.
En realidad, es nuestro ego el que nos hace pensar que necesitamos estar aquí por algo, que fuimos concebidos para hacer algo grande en el mundo, porque es más duro aceptar que estamos aquí igual que podríamos no estar. Son miles de años de historia de la humanidad, con sus billones de personas pululando por ahí, ¿de verdad todos y cada uno vamos a tener un propósito? ¿Por qué no aceptamos sencillamente que estamos, y punto?

- Ya bueno, es una forma de verlo, pero la Biblia dice claramente que…


- Con el debido respeto, la Biblia no deja de ser un libro escrito hace tropecientos años por una serie de personas. Si aún me dijeras que fue el mismísimo Dios quien la redactó y luego repartió ejemplares a las puertas, todavía, pero no deja de ser un libro con cuentos. No dudo de la exisencia de Jesús como personaje histórico; puede que existiera, que tuviera mucha labia y llegara a cosechar muchos seguidores, pero de ahí a creer historias de magia, va un trecho.

- ¿Historias de magia? ¡Está escrito! Cuando el señor dijo que tal y que cual... (no recuerdo cuál de las historias bíblicas contó, pero vamos, es lo de menos)

- Pero a ver… seamos serios, ¿no estarán diciéndome que realmente se creen todo eso, ¿no? Es decir... la propias personas religiosas son las primeras que te dicen que son historias; metáforas con moralina para inculcar unos valores, pero que ni llovió durante 40 días y 40 noches, ni se separaron las aguas, ni nadie nació de una costilla. Además, si el argumento principal es que está en un libro, yo también conozco otro del estilo, que es adorado por millones de personas en el mundo, y que también se sirve de la magia y la fantasía para defender valores positivos, siendo también el protagonista un "elegido". Se llama Harry Potter y son siete tomos.
Podría llegar a a ser una guía espiritual en 500 años, y no por ello tendría más validez.
En este punto, uno de ellos tiró de su compañero, porque veía que no había nada que hacer, pero el otro siguió insistiendo:


- Jejeje, esto… bueno, al menos estamos de acuerdo en que hay falta de valores, y quizás si desde los colegios no se impusiera tanto la ciencia, sino que le dieran cabida a la religión, que ha sido siempre el camino natural para…

- Ah no, lo siento pero por ahí no puedo transigir de ninguna manera; soy un firme defensor de la religión al margen de la educación, entre otras cosas, porque existen cientos de religiones en el mundo, y adoctrinar a todos en la misma, sin que puedan elegir por ellos mismos, me parece discriminatorio y fascista. Otra cosa sería que absolutamente todo el mundo fuera católico, por ejemplo, o que enseñaran historia de las religiones, tal y como se propuso cuando surgió toda la polémica de "Educación para la ciudadanía". Sin entrar en que la gente puso el grito en el cielo sin saber de qué se trataba, cuando en realidad era inculcar ética, pero sin santos de por medio, no lo vería mal, porque ayudaría a comprender el mundo y no dejaría de ser cultura, que siempre es bien recibida. Pero la religión ha de estar en las iglesias, no en los centros de enseñanza. Cada uno en su casa y Dios en la de todos… en la de todos los que quieran recibirle, claro.


Como en anteriores ocasiones, acabaron reculando, y tras una hora en la que hablamos de 
creacionismo y evolución, religión, fe y ciencia, valores, salvación y senderos divinos, se despidieron estrechándome la mano y dándome las gracias por haber sido tan educado y abierto de mente, que no estaban acostumbrados a que les dieran tanta cancha (al resumir e irme a las partes más interesantes, parece q fui borde, pero nada más lejos de la realidad). Les dije que me imaginaba que se llevarían muchos portazos, y me contestaron resignados que era parte del trabajo.

Me comentaron que había un libro que no solían difundir, pero que les gustaría prestarme sin compromiso; era un manual que confrontaba la teoría de la evolución, con las “evidencias religiosas” que la invalidaban, y aunque no me di por aludido, me temo que volverán por aquí.

¡Qué Dios me coja confesado!