Los documentales, eso que todo el mundo afirma ver en las encuestas sobre televisión pero que dan demasiada vagancia, pueden no entrar por los ojos de entrada, pero discriminando un poco y seleccionando bien se les llega a coger el gusto. En mi casa hay 4 canales de documentales en donde ponen cosas para todos los gustos, unas más interesantes y otras menos, pero de cada canal se puede sacar algo en claro... pues bien, quiero que ustedes me expliquen cómo es posible que con toda la oferta que hay mi padre tenga la magnífica habilidad de quedarse con "lo peor de cada casa", es algo increible. Si las opciones a elegir son "cómo descubrir la personalidad de la gente en base a sus rasgos faciales", "la vida apasionante de alguien interesante", "últimos hallazgos científicos relacionados con el más allá" o "la fabricación de tuercas en una fábrica china", no lo duden, él se decantará por el último. Escoger lo más soporífero que estén emitiendo en cada momento es una cualidad innata que nos produce a todos una somnolencia más inmediata que a los protagonsitas de los anuncios de Flex.
3 comentarios:
Para quienes crean que exageraba, hoy puedo dar un dato absolutamente veraz, que añade credibilidad al artítculo.
Habíamos terminado de comer y estábamos todos en el cuarto de la tele, mis padres y mi hermana viendo una patujada intrascendente y yo al ordenador. Mi padre sugirió que cambiaran a algo mejor, se apoderó del mando, y tuvo puesto durante diez minutos un reportaje sobre la fabricación de destornilladores. Si, como lo oyen, destornilladores pasando por una cinta transportdora en el interior de una máquina. Apasionante...
Ante la fría acogida que tuvo su propuesta dejó que mi madre volviera a cambiar de cabal, mientras se pregutnaba frustrado cómo era posible que no nos interesara algo "tan sumamente apasionante"...
Ver para creer
Bueno, jeje, los padres a veces tienen puntazos de estos. Algún engranaje que falla o algo así...
El mío, cuando vivia con nosotros, se emocionaba cuando veía que iban a echar una peli de sus tiempos y no permitía que se cambiara de canal. Recordamos especialmente aquella vez:
"¡¡Scaramouche, Scaramouche, hijos esta película es bueníiisima, no os la perdáis!!"
Y a los diez minutos, mientras estábamos intentando que nos enganchara el tostón, de repente le oíamos roncar. Pero si le quitabas cuidadosamente el mando de la mano se despertaba y decía. "Ehh, qué haces, dame eso!" "Pero si no la estás viendo" "¡Pero la oigo!"
Desde entonces a veces le imitamos con aquello de "Scaramouuuche, Scaramouuche. Bueníiisima"
Esa fijación de tu padre por tornillos y destornilladores será por algo. Hacedle hipnosis a ver... :D
Un saludo!
Tu padre con las películas de sus tiempos y el mío con los Western rancios. Están todos cortados por la misma tijera. XD
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