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domingo, 25 de mayo de 2008

Bodas, bautizos y comuniones (II)



De las bodas paso a las mini bodas, porque en eso se han convertido las comuniones, en bodas a pequeña escala, en las que ni siquiera existe el festejo del amor como telón de fondo para justificar tanto despilfarro. Salvo casos muy excepcionales, la única razón por la que los niños quieren hacer la primera comunión es ser el centro de atención en una fiesta en la que serán colmados de regalos. En el caso de las niñas, existe además el aliciente de sentirse como las novias que aún no pueden ser, aunque a mis ojos no hay nada más horrible que la ropa de primera comunión; es aparatosa, hortera y cutre. De los niños vestidos de marineritos ni me detengo a hablar porque son demasiado ridículos como para molestarme en mofarme de ellos, pero los vestidos de niña son un engendro; son un amago de trajes de novia ideados de forma que ni se ciñan al cuerpo, ni enseñen más carne de la debida, de modo que lo que hacen es adaptar los horrendos “babys” escolares a la estética de tarta de nata 
montada. Un verdadero crimen visual.

Además de las veces en que mis amigos me reprocharon lo idiota que había sido por no haber hecho la comunión, ya que me habría llevado un huevo de dinero y regalos, me quedo con una escena de la comunión de mi prima: Estaba sentada mientras los invitados iban acercándose a entregarle los presentes, y alguien le dio un libro religioso sobre lo que significaba ese día y una cadenita con un crucifijo; lo miró con indiferencia y lo tiró al montón para abrir con voracidad el siguiente regalo que era…¡¡UNA GAME BOY!!

Aunque me hubieran regalado lo que más ansiara en ese momento, nada podría pagar el haber hipotecado los sábados de media infancia oyendo polladas en la catequesis. No gracias, me alegro de no haber sido tan materialista y haber pasado los fines de semana jugando como un niño normal.

En una ocasión mi madre le preguntó a un compañero de trabajo la razón por la cual celebraba la primera comunión de su hija, si ni él, ni nadie de su familia eran religiosos. El hombre le contestó sin saber argumentarlo demasiado bien, que no sabía, que lo hacía por reunir a la familia y porque era tradición…


-¡¡Coño, pues váyanse todos a comer!! ¡¡No me jodas!! – le espetó ella (con otras palabras, eso sí)


- Ya bueno, pero a la niña le hace ilusión… -contestó él sin mucho convencimiento.

Pero vamos a ver… ¿nos hemos vuelto locos? Yo me pasé media infancia queriendo ir a Disneyland y no por eso fueron mis padres corriendo a organizar unas vacaciones en el parque temático, que total, al caso, habría salido lo mismo, ya que el gasto total de una comunión “normal” puede rondar fácilmente los 4000 euros.

Como hay que proteger a los niños (no vaya a ser que les creemos un trauma), se hace todo con tal de verlos felices, y así están saliendo de imbéciles, malcriados y simples. Incluso se ha llegado a plantear (y creo que ya es una realidad) la idea de las comuniones civiles, para que los niños no religiosos puedan tener también fiestita. ¿ACASO HEMOS PERDIDO EL NORTE?


El consentimiento de caprichos infantiles por parte de padres 
malcriadores, el deseo de exhibición social, o el tradicionalismo borreguil, pueden llegar a ser vistos motivos justificables para llevar a cabo estos actos incongruentes y excesivos si los comparamos con el más estúpido y egoísta de todos, ese conocido como “Es que mi abuela es muy religiosa, y si no lo hacemos se nos muere del disgusto”


Con todos mis respetos hacia la hipotética abuela… que le den. ¿Se gastaría esa abuela un fortunón para llevar a cabo una fiesta que contradijese sus principios, sólo para satisfacer a sus nietos? Permítanme que lo dude. Y es que se da aquí una doble moral que toca mucho los cojones, porque parece respetable y lícito tragarse el componente religioso si “debemos” satisfacer a alguien enfermizamente beato, pero no ocurre al revés. ¿Cuántas veces han oído decir: “Nosotros somos religiosos pero mis padres ateos, así que nos casaremos en el juzgado para contentarles”? ¡JA!


Este último suele ser el motivo por el que se llevan a cabo la mayoría de los bautizos. Ni mi hermana ni yo 
pasamos por el rito, y mi abuela (más beata que el mismísimo Papa) se cogió un gran disgusto. Mi padre consideró que si ni mi madre ni él eran religiosos no tenía sentido hacer el paripé por contentar a nadie, y que además no sería justo para con nosotros; creyó que lo mejor sería pasar, y que si nosotros en un futuro decidíamos hacerlo fuéramos libres para llevarlo a cabo. ¿Se murió mi abuela por eso? Desde luego que no. No le gustó, no lo comprendía, pero lo acabó aceptando, y todos tan felices.


En cierto modo podría envidiar a quienes poseen fe religiosa, porque tienen algo muy poderoso a lo que aferrase cuando las cosas van mal, planteándose así menos dilemas existenciales y sufriendo en mucha menor medida, pero la institucionalización de la religión y las gilipolladas que se hacen en su nombre, me superan.

Señoras y señores, es genial que crean (o no) en Dios, pero por favor, sean coherentes y no se dejen llevar por el borreguismo social. Si no lo hacen por ahorrarse el coñazo o por ahorrárselo a sus seres queridos, háganlo por sus bolsillos.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Estoy completa, total y absolutamente de acuerdo contigo. Yo no creo en la iglesia como creo que ya he dicho en alguna ocacion por aqui, que no en Dios, porque coño, algo debe haber. Pero me parece muy fuerte desde que mi padre me saco la calculadora aquel dia, la desfachatez que tiene la iglesia para sacarte el dinero. Cuando eres pequeño, no te hace ilusion hacer la comunión, te hace ilusion los regalos y el dinero y estar con tus amigos los sabados por la tarde y cachondearte de todo. Yo por mi parte no tuve ni un misero regalo, bueno un rosario que aun lo tengo florescente que me regalo mi tia, fue bonito, pero nada mas me regalaron, por no tener no tengo ni las fotos ni el video de la ceremonia y eso que fue mi madre quien la saco en video para todos los niños!!!!. Hice la comunión con el vestido de mi tia del año catapun!!! que era cortito por las rodillas y fui con tacones, si señor y he de decir encantada de la vida que cuando todas las madres me vieron me dijeron, yo no sabia que se podia hacer la comunión con un vestido asi, silo llego a saber...es decir que me ahorre un monton de pasta y fui la mas guapa. ejejje.
En fin que no me gusta nada darle dinero a la iglesia, asi que querido amigos cuando rellenen la declaracion de la renta por favor no pongan un equiz en la casilla de la iglesia. Porque ojo al dato, por la tele lo anuncian como: "Programa para EL SOSTENIMIENTO DE LA IGLESIA CATOLICA". No te jode!!!! Busquense un trabajo de verdad y mantenganse ustedes!!!!!


Mery

JuanRa Diablo dijo...

Pues mira por dónde tengo una historia personal que contar en esta entrada que, pese a ser yo un creyente bautizado y que tomó la comunión, te tengo que dar la razón. Esto se ha desmadrado y ha perdido toda su esencia religiosa.

Verás, la hija mayor de mi hermana es una niña que nos ha sorprendido siempre por su madurez y sus análisis. Es una niña con un hermoso concepto de la familia y que dice creer en Dios. Le hacía ilusión tomar la comunión y para ello empezó a prepararse. Su madre la acompañaba a la catequesis y pronto percibió un ambiente poco fraternal. Todo eran idioteces poco ilusionantes para los niños, no veía el espíritu del por qué de ese sacramento, pero no quiso influir en su hija y nada dijo. Pero un día, viendo que la niña acudía a la catequesis sin ganas le preguntó si es que no tenía ya ilusión por comulgar. Y ella respondió:
"Es que he pensado que me parece una tontería que os gastéis tanto dinero, que no necesito todo esto para querer igual a Dios"
El caso es que este año comulgaba, pero unos meses antes nos comunicaron sus padres que no se iba a celebrar porque la niña había renunciado a hacerla.
A algunos miembros de la familia les pareció muy mal que permitieran que fuera la niña la que tomara la decisión, pero es que en el fondo los padres lo veían como ella.
Y yo quedé más que satisfecho de su respuesta porque prefiero un millón de veces más a un niño que hace un análisis así antes que el que comulga sólo por los regalos que va a recibir y en el fondo le importa un carajo el acto religioso.

La historia tiene más miga pero nunca un comentario debe ser más largo que una entrada. Digo yo.

Un saludo!

Hummer Morgan dijo...

Me he quedado con las patas colgando con lo de lasa comuniones civiles. Lo que faltaba, vamos...

peibol dijo...

Mery:

Dejando de lado ese "coño, algo debe haber y por esto tengo que creer", que no lo comparto, es gratificante que los creyentes sepan desmarcar su creencia en un ser superior que nos maneje como marionetas, de la de una institución artificial que también pretenda hacerlo; al fin y al cabo, dejarse manejar por los segundos es una elección personal evitable.

JuanRa:

Todo lo contrario, deberían ser los niños los que tomaran la decisión, lo que me parece abominable es que sea al revés, a pesar de que sea lo "normal". Bravo por ella.

Heavy Mimosa:

Para mear y no echar gota...


¡Saludos!