Tal y como adelantaba hace unos días, he retomado la costumbre de ir a nadar con mi hermana, que con el buen tiempo apetece meterse en el agua. Cambio así el gimnasio por la piscina, que al caso es lo mismo, porque de todas formas nunca se me nota el ejercicio físico, sea poco o intenso. Al menos tengo el consuelo de que tampoco engordo. Menos es nada.
La piscina tiene varias corcheras para crear calles en las que nadar, siendo las de los extremos un poco más anchas, para que sea allí donde los demás se bañen a gusto. Hay sitio de sobra para nadadores y bañistas, y al estar todo perfectamente delimitado no debería haber problemas. Pero los hay. Cuando hay niños de por medio siempre hay problemas.
Con los más pequeños uno tiene consideración; son criaturillas libres de culpa, y a poco que les digas algo se disculpan apresuradamente y se ponen en su zona, pero los preadolescentes son otra historia; van con una chulería que no caza con esos cuerpos menudos, y aunque te pidan perdón y se aparten, enseguida vuelven a las andadas, casi como si estuvieran retándote o burlándose de ti.
Llegados a ese punto, en el que de poco sirve pedirles que se aparten de la corchera para no chocarnos con ellos, sólo se puede pasar al "salpicón de atún": consiste en ir nadando cerquita de ellos, sin darse por aludido por el hecho de que estén invadiendo tu espacio personal, y cuando los pies estén a la altura de sus caras, sacar las aletas a la superficie y dar enérgicos palazos contra el agua. Si hacer eso con los pies desnudos ya suele salpicar bastante, con aletas y mala leche ya ni te cuento.
No suelen coger la indirecta a la primera, seguramente porque piensan que debió tratarse de un fallo de psicomotricidad por nuestra parte (¿cómo les íbamos a ahogar deliberadamente?). El segundo salpicón no deja lugar a dudas y les hace entrar en vereda, y es que por mucha rebeldía que tengan en el cuerpo, si saben que están donde no deben, y además ya les habían pedido por las buenas que se apartaran, no tienen valor para reprochar nada. A joderse toca.
Como las nuevas generaciones son más tocapelotas que las de ayer, pero menos que las de mañana, hay alguno que se pone chulito y directamente se planta en medio de la calle entre risitas, como diciendo: “Aquí estoy yo, y vas a tener que esquivarme por mis cojones aún no desarrollados”. Es lo que suelen hacer los demás nadadores si se ven en la situación; sortearlos maldiciéndolos entre dientes, cuando en realidad lo que funciona es embestirlos.
Para ello hay que limpiar bien las gafas para localizar al objetivo, nadar en línea recta hacia él, y concentrarte para que en tu cabeza suene la sintonía de “Tiburón”. Tienden a apartarse en el último minuto, como quien esquiva a un toro, pero los que se quedan para echarte un pulso se llevan un manotazo en la espalda o una patada “sin querer”. Culpa suya.
Al final haces casi tanto ejercicio con la natación en sí, como con el acoso y derribo de los niñatos insurrectos; es como jugar a los bolos pero mucho mejor, porque aquí siempre haces plenos.
Ayer no había niños en la piscina… los echamos de menos.
La piscina tiene varias corcheras para crear calles en las que nadar, siendo las de los extremos un poco más anchas, para que sea allí donde los demás se bañen a gusto. Hay sitio de sobra para nadadores y bañistas, y al estar todo perfectamente delimitado no debería haber problemas. Pero los hay. Cuando hay niños de por medio siempre hay problemas.
Con los más pequeños uno tiene consideración; son criaturillas libres de culpa, y a poco que les digas algo se disculpan apresuradamente y se ponen en su zona, pero los preadolescentes son otra historia; van con una chulería que no caza con esos cuerpos menudos, y aunque te pidan perdón y se aparten, enseguida vuelven a las andadas, casi como si estuvieran retándote o burlándose de ti.
Llegados a ese punto, en el que de poco sirve pedirles que se aparten de la corchera para no chocarnos con ellos, sólo se puede pasar al "salpicón de atún": consiste en ir nadando cerquita de ellos, sin darse por aludido por el hecho de que estén invadiendo tu espacio personal, y cuando los pies estén a la altura de sus caras, sacar las aletas a la superficie y dar enérgicos palazos contra el agua. Si hacer eso con los pies desnudos ya suele salpicar bastante, con aletas y mala leche ya ni te cuento.
No suelen coger la indirecta a la primera, seguramente porque piensan que debió tratarse de un fallo de psicomotricidad por nuestra parte (¿cómo les íbamos a ahogar deliberadamente?). El segundo salpicón no deja lugar a dudas y les hace entrar en vereda, y es que por mucha rebeldía que tengan en el cuerpo, si saben que están donde no deben, y además ya les habían pedido por las buenas que se apartaran, no tienen valor para reprochar nada. A joderse toca.
Como las nuevas generaciones son más tocapelotas que las de ayer, pero menos que las de mañana, hay alguno que se pone chulito y directamente se planta en medio de la calle entre risitas, como diciendo: “Aquí estoy yo, y vas a tener que esquivarme por mis cojones aún no desarrollados”. Es lo que suelen hacer los demás nadadores si se ven en la situación; sortearlos maldiciéndolos entre dientes, cuando en realidad lo que funciona es embestirlos.
Para ello hay que limpiar bien las gafas para localizar al objetivo, nadar en línea recta hacia él, y concentrarte para que en tu cabeza suene la sintonía de “Tiburón”. Tienden a apartarse en el último minuto, como quien esquiva a un toro, pero los que se quedan para echarte un pulso se llevan un manotazo en la espalda o una patada “sin querer”. Culpa suya.
Al final haces casi tanto ejercicio con la natación en sí, como con el acoso y derribo de los niñatos insurrectos; es como jugar a los bolos pero mucho mejor, porque aquí siempre haces plenos.
Ayer no había niños en la piscina… los echamos de menos.
22 comentarios:
Imagino que te gustaría ser el tiburón de la piscina, ¿eh? para meterlos a todos en vereda y que seaparten cuando tú llegas... Mal, hay que compartir, la piscina no es sólo tuya, jaja. Me parece que cuando vas a nadar haces un ejercicio muy completo, no sólo por la natación en si, también por la lucha libre acuatica, el karate- patada acuática, así que en realidad haces 3 ejercicios en uno. Se ve que eres un chico muy completo.
Saludos
:D
!!!!Jaaaal¡¡¡¡
¡¡Qué ambiente máss chungo el de tu piscina¡¡
Sigue dando, eso fortalece el espíritu :D
Jajajajajaajajjaja, joder qué bueno el vídeo!!! Siempre me pone los pelos de punta el tiburón maligno ese...ains, qué estrés!!!
Lo del salpicón de atún es una buena fórmula, la verdad, porque la gente es que es muy zorra, como ve que las zonas para hacer "sopita y pon" están empetadas vienen a invadir tu espacio de David Meca, y jode. Yo cuando iba a nadar lo viví, y me llevé algún salpicón de atún por la puta cara....se ve que era demasiado lenta o algo.... bastardos! xDDD Un beso!
Si a mí mientras me estoy bañando me dices: MIRA UN TIBURÓN!!!, Aunque esté en una pìscina, aunque sepa perfectamente que es imposible que haya un tiburón en, etc, saldré del agua. A mi padre le encantaba hacermelo cuando ibamos en el barco y nadabamos en alta mar. ¬¬.
Yo tengo intención de ir a nadar en cuanto mi madre arregle su tarjeta que le anularon por prestarla. Quiero que la arregle para que me la preste a mí. Nos encanta reincidir.
"...más tocapelotas que los de ayer, pero menos que los de mañana, con sus cojones aun no desarrollados" sería una perfecta definición de diccionario de esos preadolescentes! XDD
Lo mejor que me ha ocurrido es pasar de ser conserje de instituto a de centro de mayores porque me acuerdo de cada una... aggg
Nada, Peibol, sigue atuneando y mata si es preciso. Está justificado :D
Un saludo
(sigo maileando)
Joder, qué mala leche!! jajajajajaja
Yo evito cada día más los sitios con aglomeraciones: parques marítimos, cines cuya proyección es la de una peli basura made in Hollywood y demás lugares que, por su naturaleza me da cada vez más alergia.
En tu caso, estudiaría los horarios para encontrar esa franja horaria limpia de niñatos ;)
XDDDDDDD
Me ha puesto tensa el video y todo!!!
Eres mi ídolo >////<
Has conseguido hacerme reir de nuevo. Ahora entiendo lo de "tener mala leche y ser buena persona". Yo no los tengo en la piscina, pero si debajo de mi casa en una plaza. Igual si me pongo el bañador, las aletas y me pongo a nadar junto a los columpios que ocupan por la noche se piran, eso si acojonados. Lo malo es que a lo mejor me encierran.
Propuesta al parlamento, saque usted a su preadolescente siempre con correa y recoja sus cacas.
Jajajaja. Y así, sin venir mucho a cuento... ¿Los gorros de piscina no vienen por tallas o cada vez que voy a por uno todos son iguales? Cuando me los quito los tengo tatuados en la frente, y NO soy cabezona.
Ana:
No lo sabes tú bien; ¡es un ejercicio completísimo! Además, nadar suele ser un deporte aburrido, y esto le da mucha emoción. :D
Murciélago:
Chungúísimo, pero sólo por los niñatos, que el resto de la gente se porta civilizadamente.
Seguiré fortaleciendo el espíritu. ;)
(¿Ya no eres Nienor?)
Sara:
Jajajajaja. Lo de la musiquita de Tiburón está totalmente inspirado en ti, y el vídeo también XD.
El salpicón es al final la única fórmula, porque tampoco pueden acusarte de estar haciendo nada malo; ¿qué culpa tienes tú de salpicar mientras nadas? :o
Me encanta esa referencia oculta a la Yakova XDDD
Pétalo:
Jajajajaj. Yo no llego a esos extremos, pero me dan mucho yuyu. Cuando salíamos con el barco (somos repelentes, ¿eh?), a mí también me causaba cierta ansiedad separarme demasiado :s ¡Maldito seas Spielberg!
JuanRa:
Jajajaja, la verdad es que sí. Debería hablar con mis contactos en la RAE para hacer negociaciones...
Yo jamás trabajaría con adolescentes; antes prefiero a los niños chicos :s
¡Saludos!
Oliver:
Yo directamente huyo de las aglomeraciones, razón por la cual jamás salgo de fiesta. Me agobia.
Tengo los horarios estudiados (a mediodía no suele haber mucha gente), pero los niñatos de piscina son como las cucas, que en verano aparecen por todos lados. :s
¿Funcionará el baygón con ellos? :o
Misaoshi:
Jajajaj. Deberías buscarte a un ídolo más pacifista, tipo Gandhi o algo así XD
A mí también me pone tenso el vídeo :s
papacangrejo:
Jajajaja. ¿Ves como una cosa no está reñida con la otra? Yo siempre pienso bien de entrada y trato de ser el punto cordial en una disputa... pero cuando hay que ponerse belicosos, se sacan todas las armas :D
En tu caso pensaría en otra estrategia, porque como dices, seguramente acabarías en un psiquiátrico, y eso sería hacerles ganar la batalla :o
Velasco:
Jajajajajaa. ¡Y el bozal! ¡Que no se olviden del bozal!
Islander!:
Los gorros de piscina son una tortura que debería estar prohibida. Yo sólo los usé cuando era total y absolutamente imprescindible, es decir, en los cursillos de natación infantiles en los que eran obligatorios. Aún así, la mitad de los días decía que me lo había olvidado, y la otra mitad me lo quitaba cuando no me estaban viendo. ¡Éramos niños apendiendo a nadar! ¿Qué necesidad había de ponerse gorros? Ni que fuéramos a competir entre nosotros...
¡Saludos!
En mis libros de historia sale un pariente tuyo.... Herodes creo que se llamaba JAJAJAJAJA.
En el fondo son un aliciente para ir a nadar. Mañana les prohíben usar la piscina y pasado dejar de ir tú, como si lo viera XD
Me ha encantado lo de la música de tiburón XD
P.D.- ¿Aquí todo el mundo tiene barco menos yo, o qué? ¡Boh!
Jajaja, hombre, Exorsister, compararle con Herodes tampoco.. la violencia piscinera no sólo está permitida sino recomendada si es con fines puramente educacionales
:)) Te imagino perfectamente: gorro calado en la cabeza, gafas ceñidas a la cara, actitud resuelta, casi chulesca, y a por ellos. Lo has descrito de una forma en la que resulta imposible no reír a carcajadas; es que la definición de los tocapelotas está muy lograda.
Buena técnica la del salpicón de atún.
Saludos.
¿Te has parado a pensar que estás creando un nuevo deporte... la capoeira subacuática? jajaja... Yo no sé nadar, así que de todas esas me escaqueo.
Muy buena tu definición de adolescentes y preadolescentes, sí señor.
Exorsister:
Me temo que si es pariente mío... ¡también es familia tuya!
Zorro:
No lo sabes tú bien. ¡Anda que no nos echamos unas risas ni nada, cuando después de cada piscina apuntamos mentalmente los logros conseguidos (derribando niños, no nadando XD).
Los proletarios no tienen derecho a barco, lo dice así en la constitución XD. Pregúntale a Sara si no...
Speedygirl:
¡Qué gran frase! La apuntaré por si en algún momento tengo que justificarme al respecto :D
Raquel:
Jajajaja, salvo por el gorro lo has clavado XD.
Me alegra que te haya gustado. ¿A que te han entrado ganas de experimentarlo? :D
Ana:
Jajaja. Voy a hablar con un par de ferderaciones a ver si consigo convertirlo en deporte. El problema será ver qué niños estarían dispuestos a hacer de cebo de forma voluntaria XD.
Deberías aprender a nadar sólo por poder hacer capoeira subacuática :D
¡Saludos!
Buah, tío, me he cagado encima con el vídeo. Hay cosas que no cambian ¬¬'
"Salpicón de atún", me encanta. Y yo que me desapunté de la piscina de mi barrio porque me aburría como una ostra nadando... ¡QUIERO PREADOLESCENTES TOCAPERAS EN MI PISCINAAA!
(Yo jugaba a Tiburón con mi hermana en la playa. Es curioso como una mano a modo de aleta sobre la cabeza y el poder de la sugestión pueden provocar tanto miedo.)
Jajajajaj. Ya somos dos que se cagan con los tiburones. ¡Qué miedito dan! :s
Coincido en lo de la aleta de tiburón; ¿a ti también te causaba aprensión cerrar los ojos buceando si pensabas en tiburones, aunque estuvieras en una piscina? XD
Si quieres te presto a alguno de mis preadolescentes tocapelotas ;)
¡VENGA, MÁNDAME ALGUNO!
(Pensar en tiburones en el agua caca)
Jajajajaja
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