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domingo, 6 de mayo de 2012

Fauna académica: El acomplejado

Mi madre suele decir que no hay nada peor que una persona acomplejada, y no le falta razón. No se refiere a quien sufre por alguna tara o trauma,  y va por la vida con la cabeza agachada; esa gente da lástima, pero en principio no es peligrosa. Los acomplejados son un riesgo cuando necesitan hacer ver a los demás su supuesta valía, cueste lo que cueste. Son los mindundis y trepas que enseguida se apuntan el tanto, que exageran sus logros, dan continuamente referencias de su destacable trayectoria y, en definitva, dan mucho por culo, porque anteponen dejar claro quiénes son y lo que valen, por encima de otras muchas cosas, como el sentido del ridículo, la decencia o la lógica. Uno de mis profesores actuales encaja perfectamente en el perfil. Es un acomplejado de manual, o si se prefiere el término coloquial, un gilipollas.

Ya conté en su día en esta entrada que él es el coco; sus dos asignaturas son prácticamente imposibles de aprobar, y él se enorgullece de ello, no en vano, cuando alguien comenta lo mucho que le costó sacarlas, él no puede evitar que se le dibuje una sonrisa de satisfacción. Es de esas personas que viven por y para trabajar y seguir formándose, lo cual es encomiable en cierto sentido, pero también muy triste. Si estás tan obsesivamente ofuscado en eso, tu vida personal debe hacer aguas por algún lado, y lo que es peor, no tienes la empatía necesaria como para entender que el resto del mundo SÍ tiene una vida incompatible con el volumen de trabajo y el nivel de exigencia de una única asignatura, que multiplica por diez lo que requiere estudiar las demás.

Como buen acomplejado, no se le puede llevar la contraria, o sencillamente darle la más mínima impresión de que alguien cuestiona algo en relación a su metodología, y es que donde cualquier otra persona podría ver una crítica constructiva y estaría abierta al diálogo, un acomplejado se pone a la defensiva y acaba reaccionando como un niño con una pataleta. Y uno pierde la cuenta de las veces que este hombre se las ha cogido ante la más leve sospecha de disconformidad entre su alumnado. Este personaje, al que le encanta dejar claro que existe una diferencia de estatus entre él y nosotros, y que eso implica poder hacer lo que le venga en gana sin que podamos chistar, es el mismo que siempre llega irrespetuosamente tarde, saltándose hasta la mitad de la clase; es quien nos roba tiempo de otras asignaturas y prolonga las clases lo que le apetezca, pero que luego, cuando alguien llega 5 minutos tarde, o inmediatamente después de él, se lo recrimina como si hubiera cometido un crimen y le cierra la puerta en las narices. Eso sí, que nadie piense que por robarnos siempre nuestro tiempo luego es flexible en los exámenes; sus míticos exámenes de desarrollo que son IMPOSIBLES de hacer en las tres horas que da (y la prueba está en que nadie se levanta antes de tiempo), se acaban cuando suena la campana. Ni un minuto después, porque le entran las prisas y el no va a estar perdiendo esperando por nadie.

Trata de buscar palabras rebuscadas para que todos sepamos que maneja una argot incalcanzable para el resto de los mortales, y resta medio punto por falta de ortografía, pero luego utiliza términos que no existen, y le pega unas patadas al diccionario que hace sangrar los oídos. Da igual, él es “el papi”, y que nadie le haga creer lo contrario, pues quienes han osado a desafiarle, aunque no sea de forma intencionada (es decir, utilizando la terminología correcta al hablar, después de que él lo haya hecho mal), después sufren las consecuencias en forma de pullazos y desprecios durante mucho tiempo. Y para muestra, un ejemplo:
  • Peibol, ¿no sabes lo que es este término? :o
  • No... por eso te estoy preguntando.
  • ¿Pero tú no habías estudiado psicología? Esto deberías conocerlo. ¿eh?
  • Pues o no llegué a darlo o no me acuerdo...
  • Pues es extraño, ¿eh? A ver clase... ¿alguien le puede explicar a Peibol qué es “blabla”, que no lo sabe?
  • ¬¬
Nuestro gilipollas particular roza los 40 y viste como si tuviera 15 años (pantalones cagados y piercing incluídos), pero le parece legítimo recriminar las pintas de quien considera que no va de forma correcta. Alguna vez ha hecho burla de los nombres gentuceros de la gente, cuando él no se atreve nunca a decir su segundo nombre, porque es horrible y de quinqui; le gusta aparentar que está por encima del resto del mundo y que todo se la suda, pero luego, cuando por alguna razón coincide en un acto con políticos, le falta tiempo para ir corriendo a presentarse y besarles el culo. Es un dechado de virtudes.
Su necesidad de reforzar su ego es tal, que un día escribió un articulucho en una revista local, y nos hizo hacer un trabajo sobre el mismo. En él, defendía una postura contraria a lo que se postula universalmente sobre un aspecto de su materia. Cuando llegó el día del examen, hizo una pregunta con trampa al respecto, a ver si los alumnos respondían en base a lo que dicen TODOS los manuales de teoría, o a su opinión personal en un artículo puntual. Como habréis adivinado, aquellos que respondieron de acuerdo al libro, tuvieron mal esa pregunta.

El lunes decidimos hacer fuga colectiva porque el martes era festivo, y así nos pegábamos un puentazo. Se lo dijimos, nos amenazó moralmente (“ustedes verán lo que hacen, no creo que sea lo que más les conviene”), y cuando nos incoroporamos el miércoles, sufrimos las consecuencias. Alargó la clase media hora más, y nos marcó para el día siguiente un examen, y un trabajo en grupo que habría que exponer en clase, y que contaba significativamente para la nota final. Una reacción muy madura, sí señor.

Como también dice mi madre, para consolarse cuando tiene que lidiar con anormales de este calibre: ¡Qué bueno es tener la cabeza bien amueblada!

15 comentarios:

Murciégalo dijo...

Jo, qué personaje. Me quedé intrigada con su segundo nombre de quinqui hahah

Centro Picasso Vilnius dijo...

Pues parece que gente como esa abunda en la universida,d porque yo recuerdo haber tenido alguno similar. ¿Por qué será? (Es pregunta retórica, está claro que en la universidad falta un sistema de evaluación de los profesores).

Yo apuesto por Joshua, aunque siende de donde eres, a lo mejor es algo tipo Jonay (¿ese es choni o allí se considera normal?).

Islander ! dijo...

¿Y no pueden hablar con nadie para quejarse del tipo ese? Me comerían los nervios si tengo que soportarlo con la boca cerrada, ya que hablar me perjudicaría.

¡¡Oscurece ese verde!! ¡¡Mis ojos!!

Papacangrejo dijo...

Un profesor que tuve nos dijo que es normal que la gente suspenda, pero que cuando suspende habitualmente más del 50% de los alumnos, el problema era el profesor.

Sar@! dijo...

Asco de hombre. Revela su nombre de quinqui a la sociedad! xDD, es tu deber! jajajaja. Yo también tuve a uno así en la facultad, y no hay nada peor que darle cierto poder a un acomplejado, ya es que... en fin, dale a un tonto una porra. Horrible. Pero nada, ya queda poco y podrás hacer como que no lo conoces. O matarlo. Pero igual te manchas y es un lío...
Un beso!

$MK dijo...

No hay gente que más rabia me da aquellos que van de prepotentes y no saben de la misa ni la mitad. Conmigo tendría que haber topado, lo que nos ibamos a reir (la clase) XDD

Nota: Secundo la petición de Sar@. Revele su nombre de kinky, la sociedad necesita saberlo para equilibrar la balanza!!!

JuanRa Diablo dijo...

¡¡Vaya tela, peibol!! Siempre ha habido que soportar algún que otro profe truño, pero "vuestro gilipollas particular" es la suma de todos!! :p
Imagina qué peligro un tipo de estos con poder. Viendo la primera foto pensaba en las grandes cagadas que habrá en la Historia por culpa de acomplejados que treparon a lo más alto y que no sintieron el menor escrúpulo para "bajar el dedo"

Os ha tocado en suerte un amargao que no sabe ni sabrá ser feliz, así que consuélate pensando que estás de paso y que en su momento le podrás dar patada (en la boca a ser posible xD)

¡¡Muerte por quinqui!! xDD

Ana Bohemia dijo...

Pobres usteden que lo tienen que aguntar, yo sólo de leerte ya me he puesto de mala leche, es que hay gente por ahí que mi madre, no se miran a ellos mismos, y que estricto, sólo porque se cogieran un día de fiesta... Miedo da pensar que personajes así tengan en su mano que puedan sacarse la carrera.
Pues nada, mucho ánimo, que ya casi no queda nada para finalizar el curso
:)

peibol dijo...

Murciégalo:

Es que es un nombre tan jodidamente raro, que sería como colgar su foto. Es entre quinqui e indio. XD

Martes:

¡Y tanto que abunda! Yo creo que es un poco como esos cantantes y actores a los que la fama y el poder les ciega, y se convierten en divas insoportables. Son profesores endiosados que hace tiempo que dejaron de verse como el resto de los mortales.

Aquí Jonay no es precisamente un nombre aristocrático, pero tampoco tiene connotaciones tan negativas como Joshua, porque Jonay es el protagonista de uno de los mitos canarios más célebres. Es algo mucho peor, créeme.

Islander!:

No, él es la máxima autoridad ahí, y todos los intentos de queja, sólo han traído consecuencias negativas. :s

papacangrejo:

Yo estoy totalmente de acuerdo. Si lees la entrada que enlazo, puse los porcentajes de aprobados, suspendidos, abandonos y repetidores respecto a esta asignatura. Para mear y no echar gota.

SaR@!:

Exacto, un tonto con poder es lo peor que hay; es el equivalente a un segurita con ganas de dar leña, o un policia al que le guste intimidar al personal para que le supliquen clemencia. Qué cruz...

$.M.K:

No puedo revelar el nombre, sería demasiado esclarecedor; cualquier cosa que imaginéis, no estará a la altura. :o

JuanRa:

Pfff, totalmente. ¿Qué son los dictadores, aparte de unos acomplejados a los que pegaban en el patio de colegio, y que se han cogido una pataleta e imponen su criterio a la fuerza? ¡Nada!

Ana:

Lo peor es que cuando nos la armó, nos dijo que él podía ser flexible, pero que si ellos no lo eran con él, iba a dejar de serlo. ¿Flexible? ¿Cuándo lo ha sido? Alucino con la autopercepción de la gente...

¡Saludos!

Anónimo dijo...

Ganas de matar aumentando........................

Siento que te haya tocado un personaje de estos si estás estudiando, porque cuanto menos, desmotiva, joer!

Mucho ánimo, Peibol! Yes, you can!

Un abrazo

Mali

El Zorrocloco dijo...

Me ha recordado al que me daba a mi DGP en la carrera, que hacía exactamente lo que el tuyo: llegar cuando le daba la gana, enseñar lo que le daba la gana (totalmente desfasado repecto a las leyes nuevas) y tener a la gente repitiendo hasta que le salía de los cataplines. Con el agravante de que además era una asignatura del último curso de la carrera, así que imagínate...

Eso sí, lo de que les mandase un trabajo sobre su propio artículo ha sido demasiado. Por favor, préndele fuego. Cosas así no se consideran crimen sino ayuda a la humanidad XD

peibol dijo...

Está claro que es pura estadística; cada equis centros de estudios, toca un elemento de estos; es así.

Jajajajajaja Lo del artículo tuvo mucho delito. Imagínate lo ridículo de entregarle algo al hombre, en el que se hablaba de él en tercera persona: "el autor de este artículo, Fulano de tal, considera que bla bla bla..." ¬¬

Misaoshi dijo...

Diox, qué puto asco y mala suerte.

¿Y en la Universidad no se dan cuenta de esto? Baja la media de ella y no les conviene.

Son de estos seres que un día aparecen muertos en la cuneta y nadie siente lástima.

Lo siento a quién pueda ofender.



Por cierto, lo primero que dices me he sentido aludida. Las palabras de tu madre. Sé que es malo, pero por mucho que intentes superar ese complejo, algo en ti te escupe en la cara y te dice que no sirves para eso porque no tienes lo que hay que tener. Y da igual cuánto intentes salir del círculo vicioso (me pasa esto por ser así, no quiero, pero soy así porque no puedo ser de otra manera) pero siempre hay algo, que no lo ves, no lo palpas, un puto muro invisible, que no te deja avanzar por la parte del amor propio. Pero eso no quita que se haga vida normal, pero hay comentarios que nos ofenden, aunque pongamos buena cara y no queramos darles importancia, está ahí, y duele.

Envidio sanamente a la gente positiva con todo (vamos, que me atraen y quiero estar cerca de ellas). Pero hay complejos que tras muchas palizas de... llamémosle "vida" a esa gente... aprendes lo peor a sabiendas que no te conviene: odiar algo de ti que otros ven bueno, y por mucho que te digan que eso te hace especial (de bueno, no de raro), no cambia años y años de maltrato físico y psicológico precisamente por ser así. Y necesitas escucharlo, sí. Odias ser así y por eso necesitas que alguien te diga lo contrario y te recuerde que tienes cosas buenas, o te volverías, supongo: como tu profesor.


Perdón por la parrafada, pero reconozco que estoy acomplejada XD y que digan que los que tienen complejos dan pena: pues me hace sentir aludida.

Anónimo dijo...

Hola guapo, pos si, yo estuve saliendo con un tio así, por suerte no tenía ni 25 años, este chico digo, así que gracias a Dios no me tragé lo peor de él, que seguro que vendrá en un par de años...
Pero digo yo, esas personas son odiosas, y las personas que se pasan la vida regocijandose en sus penas? que si siempre me duele esto, que si lo horrible que es mi vida etc...nose a quien tenerle más miedo.

Mery

peibol dijo...

Misaoshi:

No te confundas Misa, no me estaba metiendo con la gente que tiene complejos por tenerlos; todos los tenemos y lidiamos con ellos. Yo no me siento mejor que quien carga con una losa por ello, pero sí que critico a los que, por tener algún trauma personal, joden a todo el que tenga por delante. Es muy diferente.

Lo de dar pena, era para hacer la distinción entre los acomplejados respetables y los que no, no porque vaya señalando a nadie que vaya con la cabeza agachada. :)

Mery:

Los quejicas son odiosos, sí, pero los acomplejados son más peligrosos sin duda, porque en lugar de quejarse (que siempre puedes pasar de sus quejas), te joden la existencia. :o


¡Saludos!