Censura desfasada

Estaba ayer plácidamente hojeando el periódico al borde de la piscina, cuando de repente una noticia hizo que se me salieran los ojos de las órbitas y tuviera que recogerlos del suelo pa volvérmelos a colocar, y es que no me lo podía creer: ¡¡Habían mandado a secuestrar la revista El Jueves por injurias a la corona!! Pero vamos a ver, seamos serios... ¿Es una broma o qué?

Se trata de una revista satírica que desde hace 30 años ironiza y hace humor respecto a situaciones políticas, gubernamentales, institucionales, fenómenos sociales, y el mundo en general vaya. Resulta que vivimos en un país libre, con libertad de expresión y de prensa, en donde existen publicaciones y medios de comunicación que abrazan claramente una ideología determinada y machacan y difaman sobre sus "enemigos", de modo que uno se puede meter con Zapatero, con Rajoy, con todos los políticos y mandamases del mundo y con quien te de la gana, pero a la familia real no se la puede tocar.... ¿Qué coño es esto?

¡Es que es una falta de respeto contra la corona! -me espetó mi abuelo dando pie a una acalorada discusión, pero, ¿qué respeto? - me pregunto yo. O nos metemos con todos o no nos metemos con nadie, pero no es posible que en el año 2007 haya que seguir teniendo miedo a lo que se dice sobre la monarquía por si nos echan a la hoguera o nos cortan la cabeza.
Es más, podría considerarse que bromear sobre lo absurdo de tal institución es algo necesario, en el sentido de que constituye una válvula de escape para no frustrarnos demasiado pensando en que estamos manteniendo a una gente que no lleva precisamente una vida humilde.

Debates sobre la monarquía aparte y al margen de la ideología de cada uno, este tipo de medidas recuerdan tristemente a tiempos pasados no demasiado lejanos, y todo lo que suena a censura me da escalofríos.