Los dos grandes propósitos

Cuando diciembre va llegando a su fin, todos hacemos algún propósito para el año nuevo. Los más valientes lo dicen en alto, como si eso fuera a asegurar más posibilidades de cumplirlo, y otros preferimos quedárnoslos para nosotros mismos; así, si fracasamos, nadie nos lo puede echar en cara.

Menos de dos semanas después de que haya empezado 2012, ya puedo decir que he cumplido dos de los más importantes: empezar a salir a correr por las noches e ir a clase en la autoescuela. Respecto al primero, sólo puedo decir que nunca soy consciente de lo que me gusta salir correr, hasta que lo retomo. ¡Qué maravilla! Sentir que te comes el mundo con cada bocanada de aire, superándote a ti mismo al incrementar más y más la velocidad, sin poder evitar que un escalofrío te recorra todo el cuerpo mientras escuchas la canción que te hace darlo todo y sentir que, por un instante, estás en paz con el mundo. Me encanta.

Respecto al segundo, sólo puedo decir que al poco de conocer a mis compañeros de autoescuela, supe que me estaban dando un material impagable para el blog. Procedo a las presentaciones:

- EL PESADO: ¿Sabéis esa gente que quiere ser tan sencilla, espontánea, ocurrente y sociable… que acaba consiguiendo todo lo contrario? Pues eso mismo. Combinadlo con el tipo de persona que siempre necesita aportar una anécdota de lo que se esté contando, para no ser menos, y obtendréis al pesado:

- Tuve un accidente y me amputaron un dedo.

- ¡Pues eso no es nada! Yo tuve un accidente y me amputaron la cabeza. ¿Os he contado esa? ¿eh? ¿eh? Un día deberíamos quedar todos para cenar, ¿eh? Vamos profe, enróllese ahí, ¿eh? Con la juventud, jejeje, ¿eh?

- ¬¬

Vale, es una exageración, pero os hacéis una idea.

- LA PESCOSA: Una doña colombiana, que más que sudamericana parece rusa, porque está todo el día pescando de una forma que no había visto en mi vida. Hasta cuando le preguntan el nombre tiene que pedir que le repitan la pregunta. Me la imagino escribiéndose "derecha" e "izquierda" en cada mano, y apuntando en una agenda que hay que tirar de la cadena después de ir al baño. Madre de dios.

- LOS KINKAZOS: Dos canis de pura raza, más simples que el mecanismo de un cubo, y para muestra, la clase de ayer:

- … porque eso permite filtrar las impurezas del motor, y…

- Choss, profe, ¿ve? Eso es lo que me traba a mí, que usa unas palabras super trabosas, y no me entero. ¿Qué es eso de la impureza?

- … la suciedad

- ¿Ve? Así sí, ¿Por qué lo lía con rollos en plan culta?

- LAS CHONIS: Para un roto siempre hay un descosido, y por los dos kinkis del turno de mañana, tenemos a las dos del turno de tarde; bastante menos borderline, pero de la misma especie, al fin y al cabo. En la clase de hoy, la que estaba a mi lado no paraba de mandar mensajitos por el móvil mientras la profesora explicaba, y cuando la mujer le dio el toque de atención, con mucha mano izquierda, respondió, como si fuera lo más natural del mundo, que es que si no, se aburre. Me fascina.

- LA GILÍ: Sobran las presentaciones; bastará con un ejemplo de ayer:

- ...y este tipo de vehículos pueden llevar acoplado un sidecar

- Perdón, ¿cómo...? ¡Ah! Debe ser lo que yo conozco como un “sáidcahr”.

- ¿Eres inglesa, gilipollas?

- No, but we talk in english if you want

- ¿Qué? ¬¬

- Nada nada, es que si uno no practica el idioma se acaba perdiendo. Y el inglés es muy importante en este mundo que vivimos, porque bla bla bla...

Si la mitad de esta gente se saca el carnet, yo no voy a ser menos. Es ya una cuestión de orgullo.

¿Y vosotros? ¿Habéis cumplido algún propósito, o ya los habéis abandonado? ¿Hay alguno que tengáis aún esperanzas de llevar a cabo?