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sábado, 22 de marzo de 2008

Falsa seguridad

Hace unos días publiqué un post sobre lo maravilloso que me parece estar viviendo solo estos días, y sorprendentemente hubo personas que me manifestaron lo poco que les gusta esa situación. No se trata tanto de la necesidad que sienten de hablar con otras individuos (que también), como de lo intimidante que les resulta estar en silencio en una casa en la que cada pequeño sonido parece magnificarse.
En cierto sentido les comprendo, porque por mucho que te acompañes de música, el cuerpo te pide normalizar tu existencia relacionándote, de modo que aunque disfruto estando a mi aire me saben a gloria las visitas a domicilio.

En cuanto a lo acojonantes que pueden llegar a ser los sonidos que perturban nuestra tranquilidad, a mi no me afectan demasiado porque mi casa es vieja y ruidosa, y es difícil que algo me asuste en ese sentido, pero si es cierto que tengo (como todo el mundo) mis pequeños rituales de falsa seguridad; hábitos rutinizados inconscientes que en su día seguramente fueron ideados para hacerme sentir a salvo. Están los clásicos como dormir hacia el lado de la cama que esté más cerca de la pared y otros más raritos como quitar fotos y peluches de las paredes para no ser “mirados” mientras dormimos (conocí un caso así).

Tenía un amigo que no comprendía cómo yo era capaz de dormir de cara a la ventana con la persiana subida sin sentir miedo, hay quienes tienden a evitar los pasillos en forma de L por temor a lo que puedan encontrarse al doblar la esquina (a pesar de que sepan que allí no hay nada), y lo mío va de cerrar puertas. Cierro la puerta de la calle con llave y fechillo, cierro mi habitación cuando duermo (aunque no es imprescindible y si no me acuerdo de hacerlo no pasa nada), y cierro especialmente la puerta del baño cuando me cepillo los dientes de noche. El espejo del baño está justo enfrente de la puerta, y no me gusta levantar la cabeza después de escupir la pasta y ver de frente el reflejo de la oscuridad de la casa ¡Cuánto daño han hecho las escenas de espejo del baño de las películas de terror!

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Pues cierto es, yo cuando era pequeña vivia en una casa terrera de tres pisos, con su fantastico sotano y su increible azotea, y claro la casa tenia mas años que matusalen, los ruidos por la noche eran insesantes hasta recuerdo que cuando me despertaba a mitad de la noche con ganas d hacer pis, era tal mi miedo al levantarme que me dormia otra vez y soñaba que iba al baño verdaderamente, con suerte me despertaba siempre antes de que levantara la taza del water. Una vez que mi abuela, que era la que siempre estaba metida en la casa,tuvo que ir al medico y no habia nadie, volvi de jugar con mis amigos a eso de las 6 y vi a mi hermano azorado sentado en el balcon de la casa, le dije que haces ahi??me dijo es que hay muchos ruidos, yo dije no seas bobo, abri la puerta y divise la inmensidad de la casa, decidi cerrar de nuevo la puerta y esperar con mi heramno a que viniera mi abuela.
Ahora tengo el terror que me entren en casa, pero no es infundado, sino que es muy facil entrar en mi casa, no dire como obviamente pero no me extrañaria que un dia saliera de la ducha y me encontrara a alguien que no fuera ni mi novio ni mis animales de compañia....
En fin...quien no a metido alguna vez la cabeza debajo de las sabanas pensando que asi ningun mal nos hara daño????'

Mery

MaRía dijo...

Yo también duermo siempre mirando hacia la pared... aunque he leído que es algo psicológico y le pasa a mucha gente.

A parte de eso, también suelo cerrar la puerta de mi habitación... pero de una forma un tanto extraña: no me gusta cerrarla del todo, pero tampoco soporto que se vea el pasillo través del hueco XD

Y eso es todo actualmente. De pequeña sí tenía más inseguridades al dormir... me daba pánico la oscuridad, y tenía que dormir con lo que yo llamaba "el intermitente", que era un pilotito naranja que enchufaba todas las noches, y la luz del vestidor de mis padres encendida (hasta que ellos se iban a dormir).

Besos

a1 dijo...

Ajaja, yo no puse espejo en el baño porque por narices tenia que ir en frente de la puerta y me daba pavor por la noche(y tampoco puedo dormiro con "caras" en la habitacion, sean fotos, muñecos o espejos, jajajaja), si necesitaba espejo me iba al baño de invitados :p(super comodo, je

peibol dijo...

Mery:

Jajaja. Las famosas sábanas a prueba de balas y cuchillos que todos hemos tenido de pequeños. XD

Vivir solo en una casa con ruidos puede poner a prueba al más valiente...

María:

Con los años ya ni mirar a la pared, ni cerrar la puerta para no ver el pasillo a oscuras desde la cama, ni nada. Me estoy volviendo pasota. XD Lo único que me sigue dando no sé qué, es dormir con un espejo a los pies de la cama...

a1:

Jajajaja. Lo entiendo, aunue yo sí me he acostumbrado a dormir con caras, aunque eso sí, desde mi cama, no veo ninguna foto.


¡Saludos!