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viernes, 8 de mayo de 2009

Risto MejOde

El artículo anterior (que partí en dos, y cuya segunda parte sería esta), venía a colación de un mail sobre la vuelta de Risto Me jode Mejide a esa fábrica de juguetes rotos, llamada “Operación Triunfo” (nombre con mala leche donde los haya). Era un vídeo corto sobre el comienzo del primer programa, en el que hicieron un patético montaje, mediante el cual hacían creer que no sabían si Risto iba a estar presente, porque “las negociaciones con él habían sido duras”; por supuesto, en el último minuto hizo su entrada triunfal, sonriendo de medio lado con chulería, y sentenciando que “Cuando uno se va de un programa porque quiere, puede volver cuando le da gana”. Patético. Encima fue acogido entre vitores y aplausos, porque desde que hiciera aparición en la caja tonta hace unos años, se metió al público en el bolsillo; y es que paradójicamente, esas personas que tanto nos irritan en la vida real, seducen en televisión de forma masiva. Tanto es así, que el programa generaba más audiencia a la hora de sus valoraciones ataques personales, que en el transcurso de las actuaciones. Medio país ávido de morbo aplaudía las consideraciones faltas de respeto de un prepotente con poder, supongo que deseando en el fondo poder ser como él; tener esa libertad para descalificar a quien se quiera con total impunidad, y además ser aplaudido por ello. Como estrategia canalizadora de rabia es impagable, pero como actitud en la vida no podría ser más reprochable. Al margen de que la mayor parte de esos pobres ilusos va a sacar un triste disco sin repercusión, para luego morir en el olvido, ¿qué necesidad hay de esa humillación pública? La excusa de que más vale enfrentarlos con la realidad no me sirve, porque no hablo de tenerlos en una nube, sino de guardar las formas; de no pavonearse e insultar gratuitamente, y encima sentirse orgulloso de ello.

Este populista del mal rollo, que seguro que haría buenas migas con el oligofrénico de Losantos, escribió un libro (que por supuesto arrasó), en el que animaba a la gente a ser negativa, a pensar siempre lo peor de los demás como estrategia para ir por la vida, y a no confiar hasta que alguien te haga daño, sino a tener a todos bajo sospecha para luego perdonarles la vida...

Risto, me das asco, como todos los de tu calaña.





7 comentarios:

Nils dijo...

no creo que en la intimidad sea así, no podría tener amigos ni nadie a su lado. él juega un papel, y tiene éxito. los concursantes son eso: concursantes, no futuros cantantes, y saben en qué se meten que hace mucho que OT dejó de ser una plataforma de músicos noveles. Por mí, que se jodan, que son mayorcitos.

Lillu dijo...

Pues mi opinión va un poco a la par de la de Nils. Tengo clarísimo que Risto hace un papel por el que le pagan (supongo que muy bien) y del que es responsable la cadena que lo contrata y que permite que utilice esa estrategia para ganar audiencia. Nos guste o no, funciona. A mí no me cae especialmente bien su personaje pero me parece un tío muy inteligente.

Y con respecto a los que entran en OT, pues saben perfectamente donde se meten porque ya no es la primera edición del programa. Es verdad que algunos son muy jóvenes y confunden el espectáculo de las nominaciones y los vídeos con la realidad. Hay que tener las cosas muy claras para salir indemne de ahí, pero firman un contrato y saben a lo que se exponen. Como diría la profe de "Fama", la fama cuesta y ahí es donde van a empezar a pagar.

Del resto, a mí es que me encanta OT XDDD

saluditos!

Irrer Hutmacher dijo...

Eso de que todo el mundo querría ser como él para humillar y reirse de los demás... coño, yo tengo un blog pa eso!!! :D ke me paguen ya una nómina!!! (en negro, eso si, que si no luego viene hacienda y me da un sablazo, y como se me ocurra silvar en algún momento será la Sgae la que me de el sablazo)

peibol dijo...

¡Qué fracaso de post XD!
Escribo de forma global, porque todos los tiros van por el mismo sitio (bueno, y porque hoy estoy extrañamente cansado y tengo ganas de acostarme :p):

Yo tampoco creo que en la intimidad sea (tan) cabrón, pero tampoco pienso que sea la dulzura personificada, vamos, que debe haber base, y uno no exuda esa mala leche con tanta facilidad si no la lleva dentro. Ciertamente tiene una mente ágil, no lo negaré, pero me cae tan sumamente antipático, con ese entrecejo de suficiencia para todo lo que sale de su boca, que me pasa inadvertido; es un poco (salvando las distancias, claro XD) como cuando oigo eso de "Hitler sería un genocida, pero era inteligente". Lo que tú digas, pero lo primero hace que anule lo segundo, No sé si me explico...

No sé, sea un papel en mayor o menos medida, creo que la eduación es lo último que debe perderse, y coño, que muchos de ellos son niños, que hasta les ves la lágrima contenida, ¿realmente es necesario caer tan baño para arañar audiencia? En cualquier caso, la cosa queda entre él, su conciencia y la de Telecinco, que como ha venido demostrando desde hace años, es algo de lo que carece como cadena.

En fin, creo que ha quedado patente que las humillaciones, de cualquier tipo, me tocan especialmente la moral :s

¡Saludos a todos!

JuanRa Diablo dijo...

Aquí llega un anti-Risto para nivelar un poco la balanza.
No te puedes hacer una idea de los acalorados debates que hemos tenido en mi casa acerca de este individuo. Mi hermana y cuñado a favor, todos los demás en contra. Y creo que tengo argumentos para rebatir todas las cosas positivas que de él dicen pero bastante me enrollo ya en mis entradas para traerte longanizas por aquí también.

Para mí la pregunta clave es: Con tal de que haya audiencia, ¿vale todo?
Porque qué duda cabe que la televisión está haciendo un flaco favor a la gente joven que ve ese programa mostrando como plausibles la prepotencia, la falta de respeto, el desprecio a los semejantes, la humillación...
Y no me vale eso de "ya son mayorcitos..., que la vida no es de color de rosa, ...que hay que ponerles los pies en el suelo"
Muy bien, y esas cosas no se pueden hacer CON EDUCACIÓN?
Aquí lo que veo es una falta de empatía por esos pobres infelices a los que hacen pasar por el paredón de ese aprovechao de las circunstancias.
Si fueran hijos, hermanos, amigos de los que le rien las gracias al Mejode, otro gallo cantaría.

Y al final me he vuelto a enrollar, como siempre.

Un saludo, Peibol
(Si hace falta me llamas y encendemos antorchas)

Anónimo dijo...

A mi lo cierto es que tampoco me gusta, pero que el tio es inteligente que jode, eso no hay nadie que lo pueda negar, cierto es tambien que la inteligencia no tendria que quitar la educacion, como todos bien sabemos. Mi pregunta siempre ha sido la misma, que parte es realidad que parte es espectaculo?. La ultima vez que vi al tal Risto fue en el programa de Sardá y no me quedo claro si se estaban embroncando en serio o estaba todo escrito porque se dijeron cada lindez...y cuando salio la Milá ya ni les digo....
Yo solo digo que si el tipo este sigue asi, a parte de hacerse rico, tendrá muchos problemas llegado el momento.

Mery

peibol dijo...

A JuanRa Diablo:
¿Sabes? Tenía el presentimiento de que si alguien salía a apoyarme, seguramente serías tú :)

Está visto que sí, que en televisión, como ya he criticado otras veces, el fin justifica los medios, y mientras haya quien lo aplauda y nos hagan creer que es lo que nos gusta, así seguirá siendo. Yo tengo claro cómo hacer frente a eso: No encender la tele salvo excepciones; con mis películas y series online estoy más que servido.

Como tú, también pienso que estos personajes “graciosos” resultan de lo más contraproducentes, pues crean esa idea de que ser borde es ser “guay”, que faltar al respeto y mirar con suficiencia, es lo más de lo más, y que, en definitiva, puedes ser un comemierda, si lo rematas con una frase ingeniosa y una sonrisa. Mira al doctor House; es un engreído sin educación, pero es listo y tiene gracia, así que sus compañeros le perdonan todas las faltas de respeto. Exactamente igual que el público con Risto.

A Mery:
¿Por qué siempre se saca a colación eso de que es inteligente? ¿Acaso es excusa por un mal comportamiento? ¿Un maltratador es menos malo por ser listo? No niego que pueda serlo, pero... ¿y qué?
Está claro que hay mucho componente de espectáculo, pero también es cierto que de donde no hay no se puede sacar, y aunque él fuera un pedazo de pan que crea un personaje de la nada, ¿no le da ni un mínimo cargo de conciencia actuar así?
Supongo que Pepito Grillo habrá muerto aplastado por un fajo de billetes.


¡Saludos!